La importancia de la música

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Hablemos de la importancia de la música en la vida, pero también en la ficción.

Hoy mientras me ponía a escribir este artículo, puse en Spotify una playlist de forma aleatoria. ¡Oh qué gran sorpresa me tenía preparada la vida para este momento creativo!

Cada una de las canciones fue soltando la playlist de mi vida. Ahí es donde todo se fue modificando en lo que quería tocar en este artículo: La importancia de la música en la vida y en la ficción.

La importancia de la música en la vida y en ficción

¿Qué significa esto? Podríamos resumirlo a la importancia de la música en los medios audiovisuales. Ahí es donde comenzamos. Comenzamos desde el significado tal vez más burdo, pero a la vez más práctico para la docencia, principalmente para la carrera de Comunicación Digital y la vida real. Con esto no excluyo a las demás carreras de la universidad. Al contrario, las invito a que hagamos de la parte sonora, auditiva y musical parte de nuestro día a día.

La parte audiovisual es la mezcla de la técnica para construir ambientes haciendo uso correcto de la iluminación, el color, el equilibrio en los encuadres, la semiótica de los elementos y el lenguaje visual. Eso es tan solo el 50 %. Así es, nos falta el otro 50%.

El equilibrio audiovisual

De manera que, la otra mitad se compone de… ¿audio?, si pensaste en esto, estás en lo correcto. Pero a la hora de que construyes tus proyectos ¿qué tanto énfasis o importancia le das al “audio”?

Si la imagen nos lleva a creer y crear mundos en nuestra mente con el solo hecho de ver lo que sucede, ¿por qué no somos tan cuidadosos en hacer lo mismo en la otra mitad de nuestros proyectos audiovisuales y en la vida real?

Audio y música

Y porque me voy por la parte del audio si dije que iba a hablar de música… Porque la música lo es todo.

Cuando suenan las notas de alguna canción o melodía, es el recuerdo que nos traslada a la infancia, a la adolescencia, a un momento de reflexión o de cambio interno. En suma, nos recuerda a un momento en nuestras vidas donde fuimos felices, pues somos capaces de conectar el pasado con el presente. También somos capaces de transformar la tristeza en alegría; los nervios en calma.

La música en todas sus formas

Conocemos a una persona por el ritmo de sus movimientos, la cadencia de su forma de hablar, el tono de su voz. Disfrutamos la calma que nos produce el sonido de una fuente o la lluvia cayendo. Y eso, eso también es música.

En las películas, en la publicidad, en la televisión, en la radio, en las construcciones, en los consultorios, en los despachos, en los hoteles… en todos lados hay música.

La música en todos lados

¿Y si nos proponemos hacer un mundo musical que construya un estado de ánimo mejor y óptimo para la vida?

Para ello quiero terminar este artículo invitándolos a crear ambientes donde no falte la música con trasfondo y a que hagamos de los lugares espacios agradables. Estos espacios agradables deben ser no sólo para los que tenemos 100% de audición, sino para todos. Es decir, que todos seamos bienvenidos.

También quiero agregar un fragmento de la carta que escribió Ludwig Van Beethoven en 1803, titulada “Testamento de Heiligenstadt”:

“Oh, hombres, que pensáis o decís que soy malévolo, obcecado o misantrópico, qué poco me comprendéis. Desconocéis la causa secreta que me hace mostrarme como tal ante vosotros […] desde hace seis años me he visto atacado por una seria dolencia […] Ah, ¿cómo podría aceptar una enfermedad en el único de los sentidos que, en mi caso, debe ser más perfecto que los otros? Oh, no puedo hacerlo, y por ello os pido que me perdonéis cuando veis que me retiro […] qué humillación la mía cuando alguien que está junto a mí oye una flauta en la distancia y yo no oigo nada, o cuando alguien oye a un pastor cantando y de nuevo sigo sin oír nada. Incidentes como esos me llevan a la desesperación; un poco más y habría puesto fin a mi vida.

Sólo mi arte me ha detenido. Oh, me parecía imposible dejar este mundo antes de haber creado todo aquello que soy capaz de crear […] Divinidad, tú ves mi alma más recóndita, tú sabes que en ella mora el amor por la humanidad y el deseo de hacer el bien. Oh, mis semejantes, si alguna vez leéis esto, considerad la injusticia que habéis cometido conmigo […] Adiós, y no os olvidéis del todo de mí cuando esté muerto”.

Para saber más

Licenciatura en Comunicación Digital, Diseño Gráfico, Filosofía, Maestría en Filosofía y Crítica de la Cultura, Especialidad en Publicidad en Medios Interactivos, Universidad Intercontinental.

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