El jueves 1 de septiembre, en el Auditorio Fray Bartolomé de las Casas, se llevó a efecto el Foro de la Familia organizado por la Dirección Divisional de Ciencias Sociales y Humanidades bajo el título Amoris Laetitia: Antecedentes, contexto y expectativas.
En la inauguración, estuvieron presentes algunos sacerdotes de los Misioneros de Guadalupe (MG), como el padre Eugenio Romo, vicario general y vicepresidente del Consejo de Rectoría UIC; el padre Juan José Corona López, de la Dirección de Educación, y el Superior General, Raúl Ibarra, entre otros. Por parte de nuestra institución, asistieron varios directores académicos, el director académico de Humanidades, padre Martín Cisneros Carbonero; el director divisional de Ciencias Sociales y Humanidades, maestro Carlos Hernández Zamudio; el vicerrector, maestro Hugo Avendaño Contreras; y el rector de nuestra casa de estudios, maestro Bernardo Ardavín Migoni, quien señaló que, tanto en este Foro de la Familia como en los próximos que organizará la UIC, se haya presente como sustrato el documento Amoris Laetitia del papa Francisco el cual representa una cantera inagotable de material en donde se muestra la problemática global. Asimismo, anunció que próximamente publicaremos las conclusiones de los foros de la familia que se han estado desarrollando a lo largo del año.
La conferencia magistral “Amoris Laetitia. Antecedentes, contexto y expectativas” estuvo a cargo de Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, presidente de la Comisión Episcopal de la Familia (CEM), quien explicó a los asistentes de manera somera el contenido de Amoris Laetitia destacando la importancia de hablar con claridad y valentía y de actuar con caridad y verdad. “El camino de la sinodalidad es el que el Papa espera de la Iglesia en el tercer milenio y todos estamos llamados a vivirlo”, dijo. Además, resaltó: “La familia tiene numerosas señales de crisis, pero el espíritu permanece vivo. Las familias no son el problema, sino una oportunidad y representan una propuesta proactiva de esperanza”. Por otra parte, detalló las dimensiones bíblica, sociológica, teológica, antropológica, psicológica, pedagógica, moral, pastoral y espiritual de Amoris Laetitia.
Luego de un receso con el acompañamiento musical del guitarrista Carlos Daniel Aguilar, se desarrolló un panel titulado “La familia a la luz del documento Amoris Laetitia” en el cual participaron la maestra Margarita Pérez Nerey, rectora de la Universidad Motolinía del Pedregal; el maestro Jorge Luis Navarro Campos, del Departamento de Arte y Humanidades de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), el maestro César Corres Cadavieco, coordinador de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, y el maestro Raúl Martínez Rubio, rector de la Universidad Vasco de Quiroga.
En su exposición, la rectora de la Universidad Motolinía habló acerca de quién es la familia y lo que se espera de ella, así como de la unicidad de la persona. Mencionó: “De nosotros depende que nuestras familias sean un camino de felicidad […] Debemos comprometernos en la construcción de la familia; es un alimento fundamental”, concluyó.
Por su parte, el maestro Navarro describió el Modelo de Acción- Centro de Estudios de la Familia y Sociedad (CEFAS) propuesto en la UPAEP, así como el aporte de éste a la sociedad; en tanto que el maestro Corres declaró que, desde su punto de vista, la Iglesia es misógina y discriminatoria de la mujer; sin embargo, al referirse a Amoris Laetitia resaltó que es un documento nuevo, que pone en práctica la superación referencial, que se atreve a romper los límites de lo tradicionalmente católico y que rompe con documentos anteriores. “Estamos ante una Iglesia cada vez más desafiada por una sociedad cada vez más compleja y diversa […] A la Iglesia debe moverla una corriente de integración”, aseveró.
Finalmente, el rector de la Universidad Vasco de Quiroga, tras exponer la misión de su institución en cuya base se encuentra la familia y el amor, expresó que la universidad no puede ser una torre de marfil, sino un lugar donde se formen líderes que den solución a los problemas. “Amoris Laetitia no muestra un ideal de familia, sino su realidad […] Hay una crisis antropológica: defendemos a los animales, pero no somos capaces de defendernos como seres humanos. Le damos valor a lo que no tiene valor. Ponemos nuestra felicidad en nuestros bienes”, recalcó. Además, subrayó que los hijos son una bendición de Dios y que debemos ser testimonio de lo que queremos que sean nuestros hijos. “La felicidad en el matrimonio se construye desde el noviazgo”, concluyó.
El maestro Ardavín cerró el panel haciendo alusión a que la institución familiar siempre ha existido y ésta tiene un fundamento antropológico. “El amor es una manera de participar de la divinidad”, advirtió, e invitó a los asistentes a leer con cuidado el documento Amoris Laetitia para poder apreciar mejor a la Iglesia la cual es “una institución divina y humana”, remató.
Al final, se entregaron los respectivos reconocimientos para los ponentes.