Del sábado 24 de marzo al domingo 1 de abril de 2018, 19 jóvenes, estudiantes y egresados de la UIC, de las licenciaturas en Relaciones Comerciales Internacionales, Derecho, Teología, Pedagogía, Comunicación, Psicología y Administración Estratégica, encabezados por el P. Juan Francisco Torres Ibarra, director general de Formación Integral y Coordinador de Pastoral UIC vivimos la experiencia de misiones en Xoxocotla, Veracruz, comunidad localizada en la Sierra de Zongolica, ubicada en la zona centro del Estado de Veracruz, en la región llamada de las Montañas.
Compartimos la Semana Santa o Semana Mayor en Xoxocotla, Tlilcalco, Tenexapa y Mazituaya acompañando a las personas de estas comunidades en sus alegrías y en sus tristezas, pues en esta semana nos tocó ver todas las etapas de la vida, desde la pareja que está esperando un bebé, los niños incansables, las jóvenes entusiastas, los adultos comprometidos con las ocupaciones de su comunidad, los ancianos sabios, los enfermos necesitados de atención y de cuidados y a los que se nos han adelantado en este camino que llamamos vida.
La experiencia vivida en estas misiones fue muy enriquecedora, plena y grata tanto para los misioneros como para las personas que nos recibieron.
La estudiante Viridiana Sánchez de la Licenciatura en Administración Estratégica nos comparte lo siguiente: “Mi experiencia en misiones ha sido trascendental, a pesar del servicio y la entrega que uno va a dar, recibe totalmente más de lo que uno podría entregar a la comunidad. El simple hecho de compartir experiencia personal y de fe, enriquece en todas las aéreas de la vida, te permite, desde tu vocación y persona, tener un crecimiento al vincularte desde otras raíces. Creo fielmente que la experiencia de misiones es darse la oportunidad de vivir la vida desde otro panorama, desde otra perspectiva que alimenta la fe y alma de cada persona”.
Por su parte, el alumno Rodolfo Lujan de la Licenciatura en Derecho expresa lo siguiente sobre su experiencia de misiones: “Llevo tres semestres en la UIC y estas fueron mis primeras misiones; lo único que puedo pensar es en por qué no fui antes. Fue una experiencia única para mí, conocer otras personas y que te compartan un cachito de su vida es una vivencia inigualable; me enamore al instante de misiones. Es un encuentro contigo mismo y con la fe de las otras personas, es un compartir que llena el alma de una manera que jamás encontrarás en otros lados. Gracias a pastoral he encontrado el amor de Dios y una nueva familia”.