Escuché de un querido amigo sacerdote basiliano la siguiente frase “Durante esta pandemia, no estamos todos en la misma barca, pero sí bajo la misma tempestad” y ciertamente me desconcertó escuchar con tanta convicción tal afirmación. Rompió por unos momentos mi equilibrio paradigmático el darme cuenta que quizá no estaba siendo empático con lo que sucedía en estos tiempos de pandemia.

Ciertamente, no estamos todos en el mismo barco. Hay barcos, lanchas, lanchitas, yates y salvavidas y hay quienes están flotando en este mar de tempestades sin un barco en dónde permanecer.

Vale la pena, querida comunidad, fortalecer la solidaridad en estos tiempos de crisis. Hoy que redescubrimos la convivencia humana a través de la familia, estamos frente a una magnífica oportunidad para crecer como seres humanos. Para crecer en el humanismo.

No se trata de ampliar ambientes de rencor y división que suelen estar presentes en momentos de crisis, sino de tener la fortaleza y el ánimo para ser constructores de una nueva etapa en la civilización….

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