Organizado por la División de Posgrados, Investigación, Educación Continua y a Distancia, por medio de la Dirección Académica de Posgrados en Ciencias para el Desarrollo Humano, se llevó a cabo, el jueves 3 de marzo, el coloquio “El modelo educativo nacional a debate: análisis, aportes, desafíos”.
Para inaugurar el evento, estuvo presente el rector de nuestra casa de estudios, maestro Bernardo Ardavín Migoni, quien destacó el esfuerzo de la UIC al sostener diálogos por la educación y encontrar la respuesta que permita enriquecer la tarea de la educación con mayor pertinencia y que la persona humana pueda desarrollarse de manera plena en todas sus dimensiones en medio de la revolución de las comunicaciones y la globalización, y pueda ser feliz.
Durante el evento, intervinieron el doctor Giovanni Cardona (coordinador operativo en Formación, Universidad Vasco de Quiroga), doctora Beatriz Pelayo (UNIVA-Guadalajara), doctora Lucía Valencia (directora de Humanidades Cristóbal Colón de Veracruz), doctora Susana Callejas (Benemérita Escuela Nacional de Maestros) y doctor Rubén Altamirano (supervisor de Zona Escolar, Educación Básica, CDMX), teniendo en la relatoría al maestro Juan Carlos Martínez y en la moderación al doctor José Manuel Martínez, director de los Posgrados en Ciencias para el Desarrollo Humano.
A la pregunta de si el modelo educativo actual proporciona las suficientes herramientas para que los estudiantes se inserten en la sociedad, los ponentes expusieron, entre otras interesantes ideas, que, aunque pareciera que el modelo contempla todos los elementos, los medios de los que dispone el aparato administrativo quizá no sean los adecuados para ofrecer una educación de calidad. Las políticas educativas deberían estar vinculadas a otras políticas como la económica, de salud, social, entre otras, incluyendo la infraestructura. Además, se dijo que las evaluaciones revelan que los estudiantes tienen bajos niveles en comprensión lectora y en pensamiento lógicomatemático y se planteó si los docentes realmente están preparados para cualquier contingencia. Por otra parte, se mencionó la importancia de retomar lo valioso de cada propuesta educativa sin hacer “borrón y cuenta nueva”.
También, se dijo que debería haber prácticas docentes más creativas y resolutivas que llevaran al desarrollo de estudiantes que sepan comunicarse de una manera más eficiente y eficaz. Debe formarse a los docentes con un sentido de renovación, de reconceptualización. Debe articularse con tiempos realistas y con prácticas significativas de escuela-familia. Las prácticas docentes deben ser de carácter integrador con una pedagogía y didáctica que les permita estar en el aula.
Durante la segunda parte, se cuestionó si el sistema educativo actual es el adecuado para los ciudadanos del nuevo siglo. Los expertos señalaron que en materia de educación el Estado le queda a deber a los docentes y a los alumnos. Así, de acuerdo con lo antes mencionado, la respuesta en consenso sería que no por las razones arriba mencionadas, aunque si posicionamos a docentes, estudiantes y familia de manera correcta, puede ser posible. La escuela como organización debe estar al centro; se ve mucho hacia adentro, pero el mundo gira. Se tendrían que estar diseñando ya programas con otras modalidades, incluso para contingencias, sobre todo en educación básica. La formación docente es un área de oportunidad y debe revalorarse.
Finalmente, el maestro Hugo Avendaño Contreras, vicerrector de la UIC, cerró el evento subrayando que este ejercicio tiene su origen en la propuesta hecha por nuestro rector en 2014 y conminó a las demás instituciones a un diálogo enriquecedor porque las universidades están llamadas a ser partícipes de la construcción de las políticas públicas.