En las últimas décadas los hábitos alimentarios han cambiado, afectando tanto la salud, como el medio ambiente; por ello, es fundamental recuperar y priorizar los ingredientes y preparaciones más saludables de la cocina tradicional mexicana.  

Estos cambios incluyen una disminución en el consumo de verduras, frutas y leguminosas y un aumento en la ingestión de alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas, como refrescos, harinas refinadas y frituras.

¡No te restringas de la comida mexicana!

Algunos consejos para mejorar tu alimentación sin restringir la comida tradicional mexicana son:

• Hornea en vez de freír. Algunos platillos, como los tacos dorados, las gorditas y las quesadillas, suelen ser fritos en aceite, lo que aumenta el contenido en kilocalorías y de grasas no saludables.

Te recomendamos utilizar el horneado como una técnica culinaria que te permitirá seguir disfrutando de estos platillos.

• Utiliza tortillas de harinas nixtamalizada. Las tortillas de harina y muchos panes tradicionales están hechos con harina refinada, lo que puede contribuir al aumento de peso si se consumen en exceso.

La tortilla de maíz, en cambio, es rica en fibra y nutrimento importantes, como el calcio.

• Elige agua potable. Los refrescos y las bebidas azucaradas, debido a su alto contenido de azúcar y la ausencia de nutrimentos esenciales, perjudican la salud y te ponen en mayor riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, lo que puede derivar en diabetes tipo 2.
  
• Añade verduras a las comidas. Incluye en todas tus comidas una porción o taza de verduras, ya sea calabaza, zanahorias o nopales.

Recuerda que la comida mexicana es considerada saludable por basarse en ingredientes frescos, como verduras, frutas, granos enteros y hierbas, que son ricos en vitaminas y nutrimentos inorgánicos.

Los chiles, por ejemplo, son una fuente de vitamina C y capsaicina, que tienen propiedades antiinflamatorias.

Por su parte, los frijoles, el maíz y las tortillas de maíz son ricos en fibra, lo que beneficia la salud digestiva y ayuda a mantener niveles saludables de colesterol.

¿Qué más podemos encontrar?

La comida mexicana tradicional también incluye proteínas magras, como pollo, pescado y frijoles, que son más saludables comparadas con otras fuentes de proteína. La combinación de maíz y frijoles, en particular, proporciona una proteína completa.

Aunque algunas comidas mexicanas incluyen ingredientes fritos o azucarados, la dieta tradicional mexicana utiliza grasas saludables, por ejemplo, aceite de oliva y azúcar en cantidades moderadas.

Por su parte, las frutas y verduras utilizadas en salsas y guarniciones (tomate, cebolla, aguacate y cilantro) aportan una amplia gama de nutrientes esenciales y antioxidantes.

Recuerda que los métodos de cocción, como el asado, al vapor y el uso limitado de grasas saturadas en la preparación de alimentos, ayudan a mantener la comida más ligera y nutritiva.

La gastronomía mexicana es variada y preserva nuestras tradiciones culinarias. Incorporarla de manera saludable es posible. Al aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal y reducir los ultraprocesados, se mejora la calidad de la dieta, favoreciendo la salud metabólica y cardiovascular.

La alimentación no sólo nos nutre, también tiene un componente social y cultural.

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Para saber más

Márquez, M. y Márquez, M. (2018). La cocina tradicional mexicana: Nutrición, cultura e identidad. México: Fondo de Cultura Económica.

Aguilar, C. y Chávez, R. (2005). La dieta de la milpa: Un enfoque multidisciplinario. México: Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

Pilcher, J. (2012). Planet Taco: A Global History of Mexican Food. Reino Unido: Oxford University Press.

Montoya, M. (2023). Cocina tradicional mexicana, ¿Cómo incorporarla de manera saludable en estas fiestas patrias? México: Asociación mexicana de diabetes.