El 25 de enero de 2025, el cerro del Cubilete se pintó de rojo, bajo el lema: “¡Que nuestras huellas, nos lleven a la eternidad!”, pues miles de universitarios caminaron con fe y devoción dedicando su caminata a Dios y recordando también a los jóvenes mártires a quienes hace 50 años les fue arrebatada la vida, siendo miembros de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM).
Durante la marcha, participaron 35 miembros de diferentes áreas de la comunidad UIC, Misioneros de Guadalupe y compañeros de otras instituciones, además de ir acompañados por las reliquias de Carlo Acutis y San José Sánchez del Río.
Esta marcha es organizada cada año por el movimiento Testimonio y Esperanza desde 1986, la cual consiste en caminar hacia la cima del cerro del Cubilete en Silao, Guanajuato, motivando a los asistentes a ver siempre en la cima, donde se encuentra Cristo Rey, guía para que sus huellas los lleven a la eternidad y que sus pasos construyan la paz.
La Eucaristía fue presidida por monseñor Jaime Calderón, Arzobispo de León, y concelebrada por otros sacerdotes.
En esta ocasión, se congregaron más de 20 mil jóvenes en la Ermita Expiatoria para que, a las 07:00 de la mañana se diera el banderazo de salida desde la comunidad Aguas Buenas, Silao, donde también se lleva a cabo el festival del valle, iniciado un día anterior, el cual cuenta con artistas impresionantes, como Jésed que amenizó este año el Valle para dar broche de oro con la hora Santa.
Finalmente, el recorrido culminó en la ciudad de Guanajuato.
Nuestra casa de estudios, a través de la Pastoral Universitaria ya está preparándose para que en 2026 vuelva a la cima con el Rey.