En el marco del inicio del tiempo litúrgico de la Cuaresma, el miércoles 5 de marzo la Universidad Intercontinental llevó a cabo una misa especial, así como la imposición de ceniza a la comunidad UIC considerando que es el inicio de un tiempo de reflexión, penitencia y conversión que, finalmente, conduce a la Pascua.
La ceremonia eucarística estuvo presidida por el padre Esteban Elí Flores quien invitó a los presentes a que, en esta Cuaresma, lleven un camino de regresar a Dios mediante la interiorización, que revisen su yo delante de Dios y que eso los abra más al amor fraterno. “La Cuaresma es para reconstruir la relación, es actualizar y mejorar tu corazón para que tengas paz duradera”, dijo.
La Cuaresma se instituyó en los primeros siglos del cristianismo como un periodo de preparación espiritual antes de la Pascua. Su duración de 40 días se inspiró en los ayunos de Moisés, Elías y Jesús en el desierto. Hacia el siglo IV, con el Concilio de Nicea (325 dC), la Cuaresma quedó formalmente establecida en la Iglesia.
Por otra parte, el Miércoles de Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma, también se originó en los primeros siglos. La imposición de ceniza como signo de penitencia proviene de prácticas judías y fue adoptada por la Iglesia alrededor del siglo VIII. En el siglo XI, el Papa Urbano II oficializó su uso en toda la cristiandad. Desde entonces, es un día de ayuno y reflexión para los fieles.