Aristóteles decía que adquirir hábitos desde joven no tiene poca importancia, sino una importancia absoluta. Después de varios años de trabajar como traductora independiente, puedo decir que esto es esencial si quieres vivir de tu profesión.
La Real Academia Española define hábito como un modo especial de proceder o conducirse que se adquiere gracias a la repetición de actos iguales o semejantes o que se origina debido a tendencias instintivas.
Repetir hasta formar hábitos
¿Cuáles son esos buenos hábitos que necesitarás para tu desempeño profesional como traductor y que también te servirán en tu desempeño estudiantil? A continuación, te los explicamos.
1. Establece un espacio de trabajo
Elige un lugar. No necesariamente tienes que rentar una oficina; puede ser tu casa o la biblioteca. Asegúrate de que cuente con la iluminación y ventilación adecuadas. También es importante que mantengas una postura correcta y que uses una silla que te permita trabajar cómodamente; la ergonomía es fundamental, sobre todo, si debes pasar mucho tiempo sentado.
Mantén tu área de trabajo limpia y ordenada. Si ocupas libros y diccionarios que poco a poco se amontonan en tu escritorio, en cuanto tengas un momento, coloca cada cosa en su lugar.
2. Fija un horario para trabajar
Aunque trabajar por tu cuenta tiene la ventaja de un horario flexible y puedes escoger tus días de descanso, conviene que lo establezcas según tus gustos y necesidades; no obstante, procura un equilibrio entre el trabajo y tu vida personal y familiar. En este sentido, te recomiendo establecer tu horario de comida y de sueño, por ejemplo.
3. Descansa durante el horario de trabajo
El trabajo del traductor implica muchas horas frente a la computadora y, una vez que comienzas a trabajar el texto, pueden pasar horas sin que lo notes, por lo que es bueno que algo o alguien te recuerde que debes descansar. Puedes utilizar alguna aplicación, como Focus 10. Te recomiendo que cada 25 minutos tomes un receso, para tomar agua o comer alguna colación.
4. Evita las distracciones: concéntrate
Los recesos hacen que esos 25 minutos sean productivos; pero, para que sean realmente efectivos, debes evitar distracciones, como las interrupciones telefónicas, los visitantes casuales, las redes sociales, incluso, los correos.
5. Haz ejercicio
Parece mentira, pero al hacer ejercicio, nuestro cuerpo y nuestra mente se activan, así que, aunque pienses que después del ejercicio estarás tan cansado que ya no podrás hacer algo más, inténtalo. Camina al menos 30 minutos y en menos de una semana notarás la diferencia.
6. Alístate como si fueras a salir de casa
Aunque suene atrayente quedarse en pijama todo el día, te recomiendo que no lo hagas. ¿Qué pasaría si un cliente nuevo quiere que vayas a su oficina por algo extraordinario en 30 minutos? ¿O te pide hablar por Skype en cinco minutos? Uno nunca sabe cuándo llegará una oportunidad. Tienes que estar listo.
7. Agradece
Agradece a la vida por la oportunidad que tienes, cada día, de ser mejor persona, mejor estudiante, mejor profesionista; por las cosas que tienes, así como por las cualidades y capacidades que posees.
La repetición es la clave para obtener buenos hábitos, pero esperar hasta terminar la licenciatura no es opción. Lo más recomendable es que inicies lo más pronto posible para ser un traductor independiente con mayores logros.
Para saber más:
Raúl Fernández, 2017. Disponible en https://www.uic.mx/noticias/10-razones-estudiar-la-licenciatura-traduccion/
Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/traduccion/
María García, La carrera de Traducción en la UIC, 2017. Disponible en https://www.uic.mx/noticias/la-carrera-traduccion-la-uic/
Traduic, Universidad Intercontinental. Disponible en http://www.traduic.com/