El comercio electrónico, también conocido como e-commerce, es la forma de comercio más usada en la actualidad. Tan sólo en México, en el 2016, se realizaron ventas por 17.63 billones de dólares, de las cuales en su mayoría son ropa y accesorios, mientras que en segundo lugar son descargas digitales y boletos para eventos.
Una de las modalidades aplicables para las pymes es Business to Consumer (B2C), en la cual la compañía vende sus productos al consumidor final. Sus ventajas son distintas para los consumidores: tener acceso rápido desde cualquier dispositivo, eliminar intermediarios, bajar costos (para la empresa), actualizar precios y ofertas, encontrar productos innovadores que no están disponibles en las tiendas físicas, soporte técnico para el cliente (a las cuales puede acceder a través de los chats en vivo) y la promoción en redes sociales.
Algunas desventajas son la disminución de un trato personalizado, el cliente no puede ver el producto que esta comprando si no hasta que lo recibe, retraso de los tiempos de entrega y devoluciones del producto, fraudes electrónicos y desconfianza de los clientes. Dentro de estas desventajas actualmente diversas páginas se han estado certificando o adquiriendo nuevas modalidades de pago seguras y aplicables.
Actualmente, las grandes corporaciones están reconsiderando su forma de hacer negocios, todo esto para llegar a las nuevas generaciones, acoplándose a su forma de pensar y sus preferencias de compra. Podríamos utilizar el ejemplo de Amazon, que comenzó como una plataforma en línea y en la actualidad se ha ido expandiendo con negocios físicos para llegar a las generaciones más viejas. Éstas siguen prefiriendo el comprar en tiendas físicas o Walmart, Superama, Liverpool, Palacio de Hierro, las cuales se han ido adaptando al ritmo de vida de las personas que entre semana definitivamente no tienen tiempo de comprar, pero que buscan obtener lo que quieren de la forma más fácil y rápida.
Los beneficios del comercio electrónico son abundantes y de gran ayuda para las pymes: reducción de costos, disponibilidad las 24 horas del día y los siete días de la semana. Esto te ayuda a competir en mercados internacionales, ampliar tu línea de negocio para sumarte a la ola digital y brindar al consumidor muchas opciones de pago,no necesariamente contar con una tarjeta de crédito. Además promueves tu empresa por redes sociales, alcanzando de esta manera mayor rango de consumidores y posibles compradores.
[Artículo* aparecido originalmente en la revista Universo Capital Humano]
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