En tiempos recientes, los medios han difundido, con el nombre de bullying, diversas agresiones en las aulas y pasillos escolares. Por ejemplo: peleas entre compañeros o exhibición de casos de suicidio adolescente relacionado con problemas escolares. Incluso, profesores amenazados por padres de estudiantes y maltrato de maestros hacia alumnos.
Eso ha generado una expectación morbosa, y reduce las diversas manifestaciones de violencia presentes en las escuelas a una sola: bullying. Aunque éste puede presentarse en la escuela, la violencia escolar es más amplia.
Utilizar las expresiones bullying y violencia escolar como sinónimos ha generado tres grandes confusiones:
- El bullying o maltrato entre pares (MEP) es exclusivo del centro escolar.
- El MEP es la única forma de violencia escolar.
- Maltratadores y maltratados son fácilmente identificables.
Tales creencias no son acertadas. Por consiguiente, es esencial destacar las similitudes y diferencias entre ambos conceptos para visibilizar su intersección.
Similitudes
El bullying y la violencia escolar son prácticas que durante muchos años se consideraron naturales, inevitables e incluso pedagógicamente deseables. Sin embargo, en la actualidad, se señalan como formas de violencia.
En ambos eventos se presentan actores intercambiables en las diferentes situaciones. Es decir, no hay víctimas crónicas y maltratadores potenciales, sino niños y adolescentes que ejercen, reciben, observan o instigan maltrato en diferentes situaciones.
Por otro lado, es innegable que algunos adolescentes son propensos a desempeñar el papel de maltratadores o víctimas de manera repetida.
Qué es bullying
Uno de los pioneros en este tema es el psicólogo Dan Olweus, catedrático de la Universidad de Bergen, Noruega.
Para Olweus, hay bullying cuando un estudiante es maltratado (bullied) al exponerse, durante largo tiempo y repetidamente a una serie de acciones negativas por parte de uno o más estudiantes.
En el bullying, hay una relación de poder asimétrica. El personaje atacado tiene dificultad para defenderse por sí mismo y es impotente frente a quienes lo hostigan y maltratan.
Olweus distingue entre bullying directo y bullying indirecto. El primero se manifiesta en forma de ataques abiertos hacia la víctima. El segundo consiste en provocar el aislamiento o la exclusión intencional de un individuo o grupo. De ambos, el primero merece especial atención, pues es menos visible y sus efectos son progresivos.
El bullying no es sólo físico
Las formas que adquiere el bullying son variadas.
Verbales, físicas, sexuales (tocamientos irrespetuosos), sociales, de indiferencia y ostracismo (hacer a un lado a la persona o a un grupo). También virtuales, mediante el cyberbullying o intimidación mediante celulares o redes sociales.
Hoy, se le asocia a las nuevas tecnologías, que ponen al alcance mayores niveles de daño, humillación y anonimato al impedir el contacto de las capas emocionales que inhiben la agresión. Esto da lugar a prácticas de maltrato que rebasan las fronteras espaciotemporales.
En las redes sociales, libremente pueden escribirse chismes de compañeros, subir fotos retocadas o en situaciones humillantes. Ofrecen un amplio foro anónimo que opina y contribuye a generar un maltrato extenso y desinhibido con elevado potencial dañino.
Tecnológicamente hablando, los adolescentes de ahora están en una posición ventajosa. Porque los adultos carecen de recursos para controlar las actividades que niños y adolescentes realizan en sus computadoras.
La violencia virtual que trasciende cualquier escenario real, pero que influye en él ha sido llamada cyberbullying.
Qué es violencia escolar
Abusos, agresiones, humillaciones e injusticia existen en todos los espacios de la vida social, pero en las escuelas adquieren formas específicas.
La influencia del término bullying y su relación con los centros escolares ha propiciado el ocultamiento de esas otras formas de violencia.
Como en el bullying, la violencia escolar incluye agresiones físicas, verbales, exclusión social y pueden presentarse agresiones sexuales. La diferencia radica en que tales agresiones no ocurren necesariamente entre pares, de manera repetida.
Además, la violencia escolar ocurre entre estudiantes y maestros, y entre los actores de escuelas: prefectos, directivos, conserjes, padres de familia.
Cinco manifestaciones de violencia escolar particularmente relevantes son las siguientes: vandalismo, disruptividad, criminalidad y violencia interpersonal e indisciplina.
Mala conducta o indisciplina
Entre las acciones cometidas por estudiantes, las referidas a la mala conducta o indisciplina son, en general, las siguientes:
- Alterar el orden del grupo, desobedecer.
- Faltar el respeto a compañeros y profesores.
- Pelear.
- Portar objetos prohibidos y armas.
- Jugar de manera inadecuada y peligrosa.
- Tener retardos.
- No trabajar en clase, no entrar a clase o salirse de ella.
- No traer material de trabajo.
- Portar el uniforme incompleto.
- Tener bajo aprovechamiento escolar.
Un punto importante es que, cuando se confunde bullying con violencia escolar, se olvida la violencia institucional, resultante del sistema educativo. Ésta lleva a los adolescentes a ver en las clases un espacio de aburrimiento. Su desinterés por el conocimiento los lleva a cometer actos de mala conducta o indisciplina.
Esto se debe a que, con frecuencia, hay una desconexión entre lo que se enseña en los centros escolares y la cultura popular de muchos jóvenes. El hecho origina extrañamiento y lleva al cuestionamiento de la escuela como algo “útil”. Entonces, surgen los desencuentros, los conflictos y la apatía.
Factores de riesgo que propician el bullying
Existen condiciones y variables que favorecen una mayor probabilidad de que se presente un problema; en el caso del bullying o MEP, pueden clasificarse de la siguiente manera:
- El género (más chicos que chicas ejercen el maltrato).
- En cuanto a la edad, la adolescencia parece ser el momento más álgido.
- La personalidad agresiva, mecanismos débiles de inhibición de la agresión y actitud favorable hacia la violencia.
- Ejercer el maltrato se relaciona con altos niveles de testosterona y bajos de adrenalina, lo que refleja un bajo nivel de activación.
- Quien maltrata suele tener un éxito escolar significativamente inferior y se percibe como menos eficiente en el aspecto académico.
- Quienes ejercen el maltrato suelen presentar baja empatía afectiva, y puntúan alto en las tres dimensiones de la psicopatía infantil.
- Adolescentes que ejercen maltrato suelen presentar una frecuencia cardiaca baja en estado de reposo, que refleja baja activación.
Factores de riesgo individuales para sufrir bullying
- La orientación sexual (ser homosexual es riesgo de sufrir maltrato).
- Comportamientos de interiorización, como ansiedad y depresión; por lo tanto, una tendencia a tener baja autoestima.
- La religión que se profese.
- Características físicas, como alguna discapacidad o un rasgo biológico.
- El grupo étnico o el color de la piel.
Factores de riesgo familiares
- Conflictos familiares, en general (entre padres y hermanos), y cómo se manejan.
- Estrategias disciplinarias parentales deficitarias, especialmente las muy duras o inconsistentes.
- Relaciones negativas entre progenitor e hijo (apego inseguro y culpabilización estigmatizadora).
- Depresión crónica de la madre.
- Factores de riesgo sociales
- Pobreza y desigualdad.
- Existencia de clanes y pandillas.
- Alta incidencia delictiva.
- Disponibilidad de drogas y armas.
- Violencia social que favorece la cultura de la ilegalidad y el debilitamiento del tejido social.
- Impunidad.
Como puede observarse, el tema es complejo y amplio. En nuestra próxima nota, abordaremos el origen del bullying y sus consecuencias.
Para saber más
Maritza García, Reflexiones sobre el bullying. Disponible en http://foro.uic.edu.mx/893/
Licenciatura en Psicología, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/licenciaturas/division-de-la-salud/psicologia/
Clínicas de Salud, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/servicios/clinicas-la-salud/