Consejos para convertirte en un traductor profesional*

Autor UIC

Escrito por: Nora Alejandra Ortega Saldaña

Docente de Traducción, Localización e Interpretación

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Si estás por terminar la licenciatura, tal vez te preguntes “¿y ahora qué?” Como dicen que la práctica hace al maestro, hay que empezar por encontrar un trabajo. ¿Pero cómo? No te preocupes: aquí traemos unos consejos que te servirán, incluso para convertirte en un traductor profesional.

Prepara el terreno

Hazte visible

  • Mantén tu CV siempre actualizado: No importa si eres un traductor recién egresado o si llevas años en el campo. Tampoco importa si trabajas en una agencia o una empresa o si eres traductor freelance. Uno nunca sabe cuándo puede surgir un nuevo proyecto de traducción, por lo que tu CV debe estar listo para enviarse.
  • Abre un perfil de LinkedIn o Glassdoor: Puedes no tener perfil de Facebook o Twitter, pero un perfil en alguna red social profesional es imprescindible. LinkedIn es la más conocida; sin embargo, Glassdoor también es una buena apuesta. Al igual que el CV, debes mantener tu perfil actualizado. Activa tus notificaciones, por lo menos, las más importantes, como las de mensajes y solicitudes de contacto. Muchas empresas hacen el primer contacto por estas redes.

Investiga tus habilidades y el mercado

  • Calcula tu potencial para traducir, editar o revisar en una hora o por día. Las agencias y reclutadores suelen plantear esta pregunta. Si no tienes idea de cuánto puedes hacer por hora, indaga con gente del medio o en internet. Promedia la información obtenida y réstale entre 20 y 30%. Recuerda que estás empezando, y no cuentas con la misma velocidad que un traductor, editor o revisor más experimentado. Los parámetros que halles en internet son útiles. Pero no discriminan entre un texto muy general o con alto grado de tecnicismos.
  • Investiga tarifas y sueldos. Para tener una idea de cuánto cobrar, pregunta en foros de traducción, a tus maestros y contactos. Así te alejarás de malos clientes o de prácticas injustas.

 Busca con tino

Te aconsejo trabajar en una agencia de traducción o en una empresa que tenga su propia área de traducción. Aquí van tres buenas razones por las cuales esto es un consejo útil:

  1. Si no tienes experiencia ni clientes, por algo debes comenzar. ¿Qué mejor que empezar con alguien que ya los tiene y con el volumen de traducción que tanto necesitas? Ganarás experiencia traduciendo, editando o revisando en grandes volúmenes. También aprenderás que no es lo mismo traducir para una tarea en la universidad que para el mundo real.
  2. Tendrás oportunidad de contactar con otros profesionales del mundo de la traducción, lo que te permitirá trabajar en equipo.
  3. Trabajar en oficina te enseñará a lidiar directamente con los clientes (los Project Managers son expertos en esta área) y el jefe. Finalmente, descubrirás que tu trabajo puede incluir tareas de proofing, administración de proyectos, LQA (linguistic quality assurance), entre otras.

Soft skills

Además de lo anterior, en mi opinión, la adquisición de las soft skills es de mayor importancia. The Balance Careers las define como “the personal attributes you need to succeed in the workplace. These are often related to how you work with others—in other words, these are people skills.” El mismo sitio ofrece una exhaustiva lista de habilidades, de la cual citamos las siguientes en forma de acciones:

  • Trabaja en equipo. Una agencia de traducción recibe grandes volúmenes de textos, con apretados tiempos de entrega o volúmenes pequeños, pero constantes. Por eso, el trabajo en equipo y la organización son esenciales.
  • Sé proactivo. Una persona proactiva decide qué hacer en cada momento, y sabe anticiparse a los acontecimientos. Si sabemos cuándo enviarán trabajo los clientes y en qué volumen, hay que organizar equipos de trabajo para atender las necesidades.
  • Lidera. En ciertos momentos, conviene asumir el liderazgo, si estás mejor preparado que otros. Sólo recuerda que ser líder no significa dar órdenes a diestra y siniestra y observar cómo trabajan los demás. Más bien, implica saber hacer para dirigir a otros e involucrarse en la solución de problemas de forma activa.
  • Sabe cuándo pedir ayuda y cuándo delegar. Evalúa constantemente tus tareas para priorizar. Tal vez necesites la ayuda de tus compañeros. De modo recíproco, ellos podrían necesitar la tuya. La colaboración del equipo es valiosa, pero recuerda que no hay que delegar si no es necesario hacerlo.
  • Trabaja bajo presión y multitasking. Debes ser capaz de trabajar bajo presión y en diversas tareas simultáneas, manteniendo la calma y lidiando con el estrés.
  • Sigue instrucciones, pero siempre ofrece algo más. Ya sea que trabajes como traductor in-house o freelance, siempre sigue las instrucciones del cliente. Hay quienes instruyen punto por punto y hay a quienes deberás adivinar qué quisieron decir. Sé proactivo, confirma sus instrucciones y ofréceles un poco de guía.
  • Ten seguridad en ti mismo. No importa que acabes de terminar la universidad. Si sabes que te esforzaste en tus estudios y adquiriste los conocimientos que tenías que adquirir (tus hard skills), no hay por qué temer el entrar a un nuevo trabajo o empezar a trabajar con un nuevo cliente.
  • Sé humilde y ábrete a la retroalimentación. Dos puntos al respecto: 1) Te toparás con gente que se sienta más que los demás por tener bases lingüísticas más sólidas que el resto de la población. 2) Traducción es una carrera de muchos egos. Por consiguiente, recuerda que no detentas toda la verdad en nuestras manos; siempre habrá algo que ignores, algo por aprender. De ahí la importancia de estar abiertos cuando nos corrijan algo si cometimos un error y dialogar ante las diferencias.
  • Ábrete a nuevas experiencias. Es importante mantenerte abierto a nuevas experiencias y campos. Tal vez querías dedicarte al subtitulaje, pero en el camino descubres que la traducción médica o de videojuegos te gusta. Estar abiertos a nuevos campos es tan importante como la especialización en los que más te gustan. La curiosidad y el espíritu investigador son dos cualidades intrínsecas que hacen a un buen traductor.

Hard skill

Me gustaría agregar a la lista anterior otra habilidad, aun cuando pertenece a otro grupo: no dejes de capacitarse y aprender. Este punto es una hard skill, pero no quiero dejar de mencionarlo. Continuar capacitando es un factor fundamental para convertirte en un traductor profesional. Elige lo que más te convenga: diplomados, maestrías, doctorados, cursos de un nuevo idioma… ninguna opción es mala.

Asistir a congresos y conferencias contribuye a tu capacitación y aprendizaje. Te permite estar actualizado, conocer la evolución del campo y las áreas a las cuales podemos abocarnos. Además, podrás hacer nuevos contactos que en un futuro podrían generarte más trabajo.

Convertirte en un traductor profesional

Indudablemente, los conocimientos adquiridos en la licenciatura son la base para entrar a un trabajo o empezar a generar clientes. Sin embargo, si se acompañan de las soft skills las oportunidades de éxito se incrementan. Porque te vuelven necesario en equipos de trabajo y pueden convertirse en lo que te distinga de otros traductores.

 

* Versión sintética de la ponencia pronunciada “¿Qué sigue después de la universidad? ¿Cómo convertirse en un traductor profesional?”.

Para saber más:

Licenciatura en Traducción, Localización e Interpretación, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/licenciaturas/division-ciencias-sociales/traduccion-localizacion-interpretacion/

Eva González Pérez, “Conoce cuáles son las habilidades más buscadas por las empresas”, Blog de la Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/habilidades-mas-solicitadas-por-las-empresas/

A. Doyle, (2018a) The Balance Careers, 12 de noviembre, 2018. Disponible en https://www.thebalancecareers.com/list-of-soft-skills-2063770

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