¿Cómo lograr la verdadera inclusión en los medios de comunicación?

Autor UIC

Escrito por: María Angélica Ramírez Gutiérrez

Licenciatura en Traducción, Localización e Interpretación

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La inclusión en la traducción

Accesibilidad e inclusión son términos que hemos escuchado en diversas áreas de nuestra vida desde ya hace varios años.

En la traducción audiovisual, por ejemplo, la audiodescripción y el subtitulaje para sordos son las especialidades contempladas para hacer accesibles los productos audiovisuales a las personas ciegas y sordas.

Sin embargo, en México, la audiodescripción se realiza casi exclusivamente para festivales de cine, mientras que el subtitulaje para sordos sí se solicita más, pero con parámetros muy variados entre las empresas que subtitulan; sobre todo, para plataformas de streaming. Entonces, ¿realmente estamos logrando la accesibilidad en los medios?

Leyes para lograr la inclusión

En nuestro país existe la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, que no contempla la manera como podrían ser inclusivos los programas de televisión; mientras que La Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión sí menciona aspectos más puntuales sobre la inclusión en los medios.

De acuerdo con el Instituto Federal de Comunicaciones:[1]

  • La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad exige la accesibilidad de las tecnologías de la información y la comunicación (tic) en todos los estados que la forman, incluido México.
  • La Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión tiene como objetivo establecer y salvaguardar los derechos de los usuarios y las audiencias con discapacidad, con el objeto de que exista una igualdad real de oportunidades.
  • El Instituto Federal de Telecomunicaciones es el órgano encargado de promover que los usuarios con discapacidad tengan acceso a los servicios de telecomunicaciones en igualdad de condiciones con el resto de la población. 

La cuestión es que, ni la Ley de Telecomunicaciones ni el Instituto Federal de Telecomunicaciones, plantean parámetros que los traductores audiovisuales deberíamos seguir tanto para el subtitulaje para sordos, como para la audiodescripción.

Como traductora audiovisual desde hace más de 25 años, ese vacío realmente me preocupa. Pero ya en otra nota escribiré sobre el trabajo que se hace en México para favorecer la accesibilidad a personas ciegas al mundo del entretenimiento.

Inclusión y la comunidad sorda

Por ahora, les contaré lo que descubrí sobre la inclusión de la comunidad sorda en este rubro. Le pregunté a mi profesor de lengua de señas mexicana (lsm), Abisaí Alcalá, de Educación Incluyente, A. C., si tenía conocimiento sobre cómo establece la Ley de Telecomunicaciones que se lleve a cabo la inclusión de personas con deficiencia auditiva.

La respuesta fue que la Ley contempla la participación de intérpretes de lsm en noticieros de difusión nacional. No establece horarios de transmisión ni la presencia del intérprete en otro tipo de programas. Tampoco hay un reglamento que obligue a las televisoras a hacerlo.

Lo peor es que, muchas veces, la empresa decide colocar su logotipo sobre el recuadro del intérprete. Imagínense lo frustrante que eso puede resultar cuando se trata de difundir información de última hora y las personas sordas no tienen forma de comprenderla.

También le pregunté si la comunidad sorda, en general, puede disfrutar del cine y la televisión mediante el subtitulaje. Me explicó que muchas personas sordas ven películas subtituladas, pero no son la mayoría.

Un niño que no asiste a una escuela bilingüe —para aprender lsm y español— no puede leer subtítulos; una persona que sólo se comunica por medio de la lsm, mucho menos.

Para leer con fluidez subtítulos en español, el Sordo (sí, con mayúscula) debió aprender español desde temprana edad, porque la lsm es una lengua completamente independiente del español.

Por otro lado, el espectador sordo o con deficiencia auditiva necesita poner atención extra a la imagen para comprender lo que sucede, además de leer los subtítulos con los diálogos.

Entonces, ¿cómo podemos los subtituladores traducir los diálogos y transmitir la información acústica relevante para que esas personas sordas bilingües sí puedan tener acceso a la industria del entretenimiento y disfrutarla como la población oyente?

La triste realidad es que cada empresa de subtitulaje tiene sus propias “guías” que, básicamente, instruyen al subtitulador a incluir todo lo que se ve y escucha en pantalla. Después de las explicaciones del profesor Abisaí, confirmo que el subtitulaje para sordos que se realiza en México en absoluto está pensado en el público al que supuestamente va dirigido.

Acercamiento inclusivo

Considero que, si de verdad queremos ser incluyentes, necesitamos acercarnos a la comunidad sorda para que sean ellos quienes establezcan cómo necesitan recibir el contenido auditivo de las películas y programas de televisión.

Aunque sea una población tan heterogénea, podrían establecerse algunos parámetros generales que guíen el trabajo del subtitulador. Sólo así podríamos favorecer la accesibilidad al contenido audiovisual y contribuir a que ese sector de nuestra población también disfrute del mundo del entretenimiento.

Para saber más

Licenciatura en Traducción, Localización e Interpretación, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/licenciaturas/division-ciencias-sociales/traduccion-localizacion-interpretacion/

Diplomado en Traducción Especializada, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/traduccion/diplomado-en-traduccion-especializada-e-interpretacion-profesional/

Lenguas Extranjeras, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/lenguas-extranjeras/

Karemm Danel, El diablo debe ser un gran lingüista, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/el-diablo-debe-ser-un-gran-linguista/


[1] Instituto Federal de Comunicaciones (2021). Accesibilidad. Instituto Federal de Telecomunicaciones. Recuperado de ift.org.mx

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