La arquitectura es la única disciplina que combina lo político,
lo social, lo económico y lo materializa en una forma.
Eva Franch y Gilabert, directora
de la Architectural Association, de Londres
La arquitectura y los seres humanos has estado ligados desde hace muchísimos años, lo cual se manifestó más claramente desde que los grupos de individuos se organizaron en sociedades.
Del modelo de sociedad proviene una serie de componentes que nos permite analizar las características de estos grupos humanos; tal es el caso de su estructura política, cosmovisión, economía, tecnología.
Mientras que, por medio de la cultura que de ella emana, así como de sus diversas manifestaciones: la pintura, la escultura, la gastronomía, las tradiciones, la lengua, los textos, la mitología, la música y, por supuesto, la arquitectura.
Hoy en día, el concepto de cultura se define como conjunto de conocimientos, creencias, normas y formas de vida materiales y espirituales, características de un pueblo o de una sociedad, que se transmiten por aprendizaje y no por herencia biológica.
Por ello, habrá que entender a la ciudad y a la arquitectura como parte del proceso cultural de una sociedad.
Asimismo, será necesario reconocer a la arquitectura como un producto cultural de interrelaciones complejas y diversas, donde se integran aspectos de la época, el lugar y la sociedad que la produjo, a fin de comprender mejor a la colectividad que protagonizó un tiempo y espacio determinados.
Al momento de situarnos frente a un edificio patrimonial o contemporáneo, no estamos viendo sólo una serie de materiales o vestigios que están retando a la gravedad para permanecer en pie; sino que tenemos enfrente un documento que nos permite conocer a un grupo social y los factores que tuvieron que desarrollarse e integrarse para que dicho objeto arquitectónico pudiera materializarse.
La disciplina y el oficio de la arquitectura tienen por sí mismas una vocación de servicio, emanan de la sociedad y a ella sirven en cualquiera de sus niveles.
Existen diferentes disciplinas que se hermanan con la arquitectura, como el urbanismo, la arquitectura de paisaje, el diseño industrial y el diseño de interiores, cuyo objetivo, a pesar de tener diferentes escalas de acción, es el mismo: mejorar la calidad de vida del ser humano.
En la actualidad, a la arquitectura se le ha desvinculado de diversos grupos sociales, pues lo modelos económicos han generado grandes disparidades, dejándola como un lujo que pocos pueden darse.
Una muestra es la existencia, en México, de un alto porcentaje de autoconstrucción y desarrollo urbano sin planeación, provocando el colapso de muchas zonas del país y, por ende, el deterioro de la calidad de vida de sus habitantes, debido a que se ha olvidado el importante papel fundamental de la arquitectura en la sociedad.
Es papel de los arquitectos y diseñadores del espacio habitable recuperar su vínculo con la sociedad mostrar y demostrar la importancia de la arquitectura como manifestación cultural que le pertenece directamente a ella. Así, como diría el urbanista danés Jan Gehl, se podrían hacer mejores “ciudades para la gente”.
Para saber más
Licenciatura en Arquitectura, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/licenciaturas/division-ciencias-sociales/arquitectura/
Licenciatura en Diseño Gráfico, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/licenciaturas/division-ciencias-sociales/diseno-grafico/
Irma Lozada, “BIM, lo último en tecnología para la arquitectura”, Blog UIC. Disponible en https://www.uic.mx/bim-lo-ultimo-tecnologia-la-arquitectura/
Abril López, “Arquitectura con orientación social”, Blog UIC. Disponible en https://www.uic.mx/arquitectura-orientacion-social/
Karemm Danel, “Cinco diseñadores gráficos que debes conocer”, Blog UIC. Disponible en https://www.uic.mx/cinco-disenadores-graficos-que-debes-conocer/