Accesibilidad e inclusión
Desde hace varios años escuchamos constantemente los términos accesibilidad e inclusión en muchas áreas de la vida cotidiana. En la traducción audiovisual, la audiodescripción y el subtitulaje para sordos son las especialidades contempladas para hacer accesibles los productos audiovisuales a las personas ciegas y sordas. Sin embargo, en México, la audiodescripción se realiza casi exclusivamente para algunos festivales de cine.
El subtitulaje para sordos sí se está solicitando más, pero con parámetros muy variados entre las empresas que subtitulan, sobre todo, para plataformas de streaming. Entonces, ¿realmente estamos logrando la accesibilidad y la verdadera inclusión en los medios?
Leyes para la inclusión
En nuestro país existe la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad. Sin embargo, no contempla la forma en que podrían ser inclusivos los programas de televisión. En cambio, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión sí menciona aspectos más puntuales sobre la inclusión en los medios. De acuerdo con el Instituto Federal de Comunicaciones:
- La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad exige la accesibilidad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en todos los estados que la forman, incluido México.
- La Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión tiene como objetivo establecer y salvaguardar los derechos de los usuarios y las audiencias con discapacidad. Su objetivo es que exista igualdad de oportunidades.
- El Instituto Federal de Telecomunicaciones es el órgano encargado de promover que los usuarios con discapacidad tengan acceso a los servicios de telecomunicaciones en igualdad de condiciones al resto de la población.
La cuestión es que ni la Ley de Telecomunicaciones ni el Instituto Federal de Telecomunicaciones plantean los mismos parámetros que los traductores audiovisuales. Por ello, deberíamos seguir tanto para el subtitulaje para sordos como para la audiodescripción.
Experiencia propia
Como traductora audiovisual desde hace más de 25 años este vacío realmente me preocupa. Escribiré en otra nota sobre el trabajo que se hace en México para favorecer la accesibilidad a personas ciegas al mundo del entretenimiento. Pero ahora, les contaré lo que descubrí sobre la inclusión de la comunidad sorda en este rubro.
Para ello, le pregunté a mi profesor de Lengua de Señas Mexicana (LSM), Abisaí Alcalá, de Educación Incluyente A. C., si tenía conocimiento sobre cómo establece la Ley de Telecomunicaciones que se lleve a cabo la inclusión de personas con deficiencia auditiva.
Me respondió que la Ley contempla la participación de intérpretes de LSM en noticieros de difusión nacional. No establece horarios de transmisión ni la presencia del intérprete en otro tipo de programas. Tampoco hay un reglamento que obligue a las televisoras a hacerlo. Lo peor es que muchas veces la empresa decide colocar su logotipo sobre el recuadro del intérprete. Imagínense lo frustrante que eso puede resultar cuando se trata de difundir información de última hora y las personas sordas no tienen forma de comprenderla.
Comunidad sorda
También le pregunté al profesor si la comunidad sorda, en general, puede disfrutar del cine y la TV mediante el subtitulaje. Me explicó que muchas personas sordas ven películas subtituladas, pero no la mayoría. Un niño que no asiste a una escuela bilingüe —para aprender Lengua de Señas Mexicana, LSM y español— no puede leer subtítulos. Por esa razón, una persona que sólo se comunica a través de LSM, mucho menos.
Para poder leer con fluidez subtítulos en español el Sordo (sí, con mayúscula) debió haber aprendido español desde temprana edad, porque la Lengua de Señas Mexicana es una lengua completamente independiente del español. Por otra parte, el espectador sordo o con deficiencia auditiva necesita poner atención extra a la imagen para comprender lo que sucede. Además de leer los subtítulos con los diálogos.
Subtituladores enfrentando el dilema
¿Cómo podemos los subtituladores traducir los diálogos y transmitir la información acústica relevante, para que esas personas sordas bilingües sí puedan tener acceso a la industria del entretenimiento y disfrutarla como la población oyente?
La triste realidad es que cada empresa de subtitulaje tiene sus propias “guías”. Básicamente, instruyen al subtitulador a incluir todo lo que se ve y escucha en pantalla. Después de las explicaciones del profesor, confirmo que el subtitulaje para sordos que se realiza en México en absoluto está pensado en el público al que supuestamente va dirigido.
Inclusión para la comunidad sorda
Considero que, si de verdad queremos ser incluyentes, necesitamos acercarnos a la comunidad sorda para que sean ellos quienes establezcan cómo necesitan recibir el contenido auditivo de las películas y programas de TV. Aunque sea una población heterogénea, podrían establecerse algunos parámetros generales que guíen el trabajo del subtitulador. Solo así podríamos favorecer la accesibilidad al contenido audiovisual y contribuir a que ese sector de nuestra población también disfrute del mundo del entretenimiento.
Para saber más
Si deseas saber más, acércate con nuestros asesores e infórmate acerca de la Licenciatura en Traducción, Localización e Interpretación de la Universidad Intercontinental.