El storytelling es el arte de contar historias ofreciendo a sus espectadores una moraleja o reflexión. Utiliza elementos específicos, como personajes, contexto y conflicto. Se utiliza en grupos interculturales para enseñar, construir sensaciones emocionales o promover distintos puntos de vista.
Historias que marcan
Los seres humanos estamos marcados por historias y experiencias que han perfilado nuestra forma de pensar. Gracias a nuestros ancestros, se preservó el conocimiento de generación en generación permitiendo la supervivencia de la civilización. [1] [2
Contar historias: antigua forma de enseñanza
La narración es una de las formas más antiguas de enseñanza. Las comunidades antiguas la utilizaban para responder preguntas a los niños sobre la creación, la vida y el más allá.
Contar historias era común entre los pueblos más antiguos para entretener y enseñar a las personas a ser mejores. Se les orientaba sobre su comportamiento con una reflexión, sobre equilibrio y plenitud. También, se oía a los ancianos contar historias sobre los desafíos de la vida.
Humanizar el aprendizaje
Muchas de esos relatos tenían un fin educativo, pues transmitían conocimientos y habilidades. Hasta nuestros días, contar historias sigue siendo un poderoso elemento para humanizar el aprendizaje. Porque nos conectan con personas con los mismos gustos o con caracteres similares. Y esto nos permite mirar al mundo desde otro punto de vista.
La voz: esencial para contar historias
Las historias tocan emociones de quienes las escuchan y provocan sentimientos de enojo, llanto, alegría y hasta miedo. Un elemento fundamental al contar historias es construir un vínculo entre la audiencia y la historia. Por eso, el narrador debe ejercitar su voz. Es decir, debe recurrir a matices y crear sonidos para seducir al espectador y provocar empatía sin olvidar la estructura narrativa.
Contar historias en el aula
La narrativa se ha incorporado al ámbito educativo como una herramienta para diseñar estrategias de aprendizaje. Se ha convertido en un puente entre los estudiantes y las diversas áreas del conocimiento. En el salón de clases, se crea un ambiente de confianza donde se estimula la escucha activa y todos se identifican.
El storytelling facilita el desarrollo de una estrategia didáctica al docente apoyando al estudiante en una mejor comprensión y discernimiento. Con el uso de la oralidad y algunas herramientas tecnológicas se logrará atrapar la atención del estudiante, siempre que se lleve la metodología de forma adecuada.
Para lograr empatía con los estudiantes, es esencial definir bien los siguientes elementos:
- La estructura de la historia.
- El tiempo.
- La voz.
- El uso de los sentidos.
- Un buen planteamiento de los personajes.
Algo más que voluntad
Para obtener buenos resultados con esta técnica, no basta la buena voluntad de contar una historia. También es indispensable capacitarse en construcciones narrativas. De esa forma, el estudiante puede relacionarse y promover una motivación basada en aspectos de la naturaleza humana: la capacidad de conmoverse ante las historias.
María Delfina Castillo Ramírez es estudiante del octavo semestre de la licenciatura en Pedagogía e Innovación Educativa de la UIC. Agradecemos su colaboración y quedamos en espera de la siguiente.
Para saber más
[1] C. Abrahamson, “Storytelling as a pedagogical tool in higher education”, Education, 118 (3), 1998, pp. 440-451.
[2] (2017) “Storytelling”, Edu Trends, Observatorio de Innovación Educativa, México, Tecnológico de Monterrey, 2017.