Cuidado y autocuidado

Escrito por: Luz María Galindo Vilchis

Docente de la Licenciatura en Diseño Gráfico

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Hablemos del autocuidado

Valeria Esquivel[1] enfatiza que el cuidado es una dimensión crucial del bienestar cotidiano. Asimismo, afirma que hay autoras, como Cristina Carrasco y Amaia Pérez, que señalan que es preciso incluir en su definición de cuidados las actividades que se prestan a personas y/o colectivos, reuniendo las condiciones necesarias para cuidar y autocuidarse.

Todas las personas necesitamos de cuidado y autocuidado. Quienes viven con su familia biológica o por elección, estarán compartiendo momentos, emociones y demás, como lo han hecho hasta ahora.

Por otro lado, cabe mencionar que las mujeres son quienes siguen haciendo que funcione la vida cotidiana. La educación que se sigue dando a la distancia aún no considera la diversidad familiar ni las reconfiguraciones que se han hecho en las familias a partir de la pandemia. Pero, ¿qué tiene que ver esto con el autocuidado?

Autocuidado para hombres y mujeres

Se requiere de organizaciones y espacios sociales que consideren que las mujeres tengan tiempo para ellas, que descansen, y que los hombres participen en las actividades de la casa y de los cuidados. También se necesita que tanto hombres como mujeres se autocuiden para que puedan continuar con su vida cotidiana.

¿Cómo contribuir a un cuidado propio?

El autocuidado puede comprenderse como el cuidado referenciado a sí misma/o, teniendo en cuenta que la responsabilidad de proporcionarse una vida saludable física y emocional, se centra en cada persona a partir de su formación durante toda la vida.

Es importante asumir que el autocuidado es un acto de vida que permite a cada persona responsabilizarse de sus acciones. La responsabilidad está ligada a la cotidianidad, a las experiencias vividas y a las redes familiares y sociales de apoyo.

Autocuidado, día a día

El autocuidado es una práctica social que implica un nivel de conocimiento básico para la construcción de relaciones interpersonales. Aunado a ello, dormir al menos 8 horas y comer lo mejor que se pueda, tomar vitaminas e intentar hacer ejercicio, son acciones de autocuidado que impactan en la vida diaria.

Ahora, casi después de dos años de confinamiento, es muy importante tener presente esas acciones, ya que, al regresar a la presencialidad, las dinámicas en las familias y hogares están cambiando y frecuentemente se olvida el autocuidado, lo que puede tener como consecuencia enfermedades físicas y mentales. Por ello, recuerda que es importante autocuidarte.

Para saber más

Licenciatura en Diseño Gráfico, Universidad Intercontinental.

[1] Esquivel, V. (2013). El cuidado en los hogares y las co­munidades. Documento conceptual. OXFAM. Research Reports.

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