Parafraseando a Charles Dickens en su Historia de dos ciudades, vivimos el mejor y el peor de los tiempos en materia de derechos humanos, pues en ningún otro momento de la historia se ha puesto tanto ímpetu en promover y proteger este tipo de derechos que, desde 1948, son el objetivo de la comunidad internacional.
Más derechos, más instrumentos
La promoción y protección de los derechos humanos se traduce en la adopción de diversos instrumentos jurídicos, tanto vinculantes, como orientadores, que promuevan el respeto a la dignidad humana.
Sin embargo, y paradójicamente, las violaciones y afectaciones a los derechos fundamentales[1] han sido una constante en la mayoría de los países que se han adherido a los instrumentos internacionales ya citados, muchos de los cuales gozan de una larga y nutrida tradición jurídica en la materia.
La idea no sólo aplica a una nación o región en concreto, ya que, tanto en regímenes democráticos consolidados, como en aquellos en vía de consolidación, se advierte la necesidad de impulsar mayores acciones (legislativas, políticas o jurisdiccionales) que generen espacios de libertades sobre la base del reconocimiento de la dignidad humana.
Así, podemos plantear la siguiente interrogante: ¿Cuál sería una de las medidas que deben adoptar los Estados para maximizar los derechos humanos? Adelanto la respuesta: la difusión.
Por una vida digna
Los derechos humanos, en tanto derechos subjetivos e inalienables que tutelan libertades fundamentales, son inherentes a todos los seres humanos, por lo que los Estados deben reconocerlos (no otorgarlos) a efecto de asegurar la vida digna de sus habitantes. Esto conlleva asumir un conjunto de obligaciones específicas:
- Respetarlos. Abstenerse de materializar conductas que puedan desencadenar su violación.
- Protegerlos. Prevenir y/o intervenir para detener las acciones que produzcan su vulneración.
- Garantizarlos. Establecer e implementar mecanismos para asegurar su ejercicio y exigencia.
- Promoverlos. Fomentar su ejercicio y dar a conocer su contenido.
Promover los derechos es una obligación
La promoción de los derechos es una de las vías por la cual los Estados generan un marco de protección a los derechos fundamentales a través de acciones que privilegien las políticas públicas.
Promover los derechos humanos es una obligación de los gobiernos (en México cuenta con rango constitucional) que ayuda a la difusión y transmisión del contenido de los derechos fundamentales.
Ayuda, en primer lugar, a concientizar sobre la existencia y alcances de tales derechos (incluyendo sus límites), con lo cual se logra, paralelamente, una sociedad instruida y capaz de reconocer aquellas acciones que pueden vulnerar sus derechos; es decir, tiene una vertiente como instrumento de prevención.
Actividades artísticas promoviendo los derechos
Las expresiones artísticas y culturales ayudan a promover los derechos, siendo, a su vez, una forma de ejercer un derecho humano (artículo 4 de la Constitución).
Quizás resulta extraño asociar dichas actividades con los derechos humanos, pero no existe la menor duda de que las expresiones artísticas y culturales (tanto por su naturaleza pública, como lúdica) pueden posicionarse rápidamente como canales efectivos para difundir y fomentar una cultura de estos derechos.
El lenguaje por medio del cual se manifiestan las expresiones artísticas y culturales es uno de los factores que nos permiten considerarlas como medios idóneos para fomentar y promover los derechos humanos.
Lo anterior debido a que, lejos de hacerlo a través de una jerga jurídica especializada (muchas veces comprensible sólo para letrados en el tema), se materializan mediante signos más asequibles y de fácil entendimiento para un mayor grupo de población.
La particularidad de poder abarcar un auditorio extenso evidencia que el arte y la cultura son medios idóneos para fomentar el conocimiento de tales derechos.
Por ello, los Estados deben apostar por acrecentar este tipo de actividades y, de esta manera, asegurar la posterior garantía y satisfacción de tales derechos, lo cual es posible gracias a la implementación de políticas públicas en la materia.
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Para saber más
Karemm Danel, ¿Conoces las ramas del Derecho? Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/conoces-las-ramas-del-derecho/?utm_source=cmi&utm_medium=organico&utm_campaign=noviembre_2023&utm_content=conoces_las_ramas_del_derecho_KDV
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[1] En el presente escrito se hará un uso indistinto de los términos “derechos humanos” y “derechos fundamentales”.
