A siete meses de iniciar, a nivel mundial y específicamente en México, la contingencia sanitaria por coronavirus, hemos tratado de adaptarnos a la llamada “nueva normalidad”, que consiste en continuar con las actividades tradicionales, haciendo ajustes en la mayoría de los casos. Ajustes que van desde el uso de equipo de protección personal (cubrebocas, careta y gel antibacterial), hasta conductas y mecanismos para evitar la propagación del virus.

Adaptación

La adaptación abarca, también, el ámbito escolar, que en todos los niveles se ha visto alterado. Desde los esfuerzos que ha hecho la Secretaría de Educación Pública para llevar la educación básica por medio de pantallas e internet a todos los rincones del país, hasta los esfuerzos de la iniciativa privada en las diferentes escuelas, en las que se ha capacitado a personal docente y estudiantes para el manejo de las diferentes plataformas a fin de acceder a los servicios educativos.

Ahora bien, dentro de lo que ocurre en el ámbito escolar, ¿alguien se ha detenido a pensar en las personas con discapacidad y barreras para el aprendizaje ante la nueva normalidad? Recordemos que, si bien es un grupo de personas que tiene los mismos derechos que cualquiera de nosotros, no se le respetaban antes de la pandemia. Ahora dentro de la nueva normalidad tendríamos que considerar, ¿cómo se han adaptado?, ¿cómo son los servicios de apoyo?, ¿cómo están los ajustes necesarios del contenido en la modalidad de escuela a distancia?

Desde la pedagogía, especialmente desde la perspectiva de inclusión, se puede apoyar a las personas con discapacidad y barreras para el aprendizaje, a los maestros, a los padres y madres de familia que buscan que sus hijos e hijas puedan acceder a la currícula y contenidos de aprendizaje.

¿Qué son las barreras de aprendizaje?

Para contextualizar, se entiende como barreras para el aprendizaje (BAP) las dificultades que experimenta cualquier estudiante para acceder al aprendizaje de forma esperada. Se considera que las BAP surgen de la interacción entre los estudiantes y los contextos; las personas, las políticas, las instituciones, las culturas y las circunstancias sociales y económicas que afectan sus vidas, lo cual se da dentro y fuera de la escuela.

La escuela y la sociedad, en general, deben centrarse en trabajar de forma conjunta para prevenir, eliminar o minimizar dichas barreras, poniendo énfasis en aquellas que requieran mayor atención. Para ello, se sugiere conocer la atención a la diversidad y los estándares de diseño universal para:

• Identificar las características de los estudiantes y establecer un proceso de enseñanza-aprendizaje personalizado.
• Reconocer que la diversidad es una característica inherente a la naturaleza humana y una posibilidad para la mejora y el enriquecimiento de las condiciones y relaciones sociales y culturales entre las personas y los grupos sociales.
• Entender que todo centro educativo no sólo es instructivo, sino también relacional y formativo.

Tomando en cuenta el diseño universal del aprendizaje se evitan las prácticas que propician la exclusión y segregación que generan mayores problemas de conducta y de aprendizaje. En congruencia, el diseño universal del aprendizaje es la actividad por la que se conciben o proyectan, desde el origen, entornos, procesos, bienes, productos, servicios, objetos, instrumentos, dispositivos o herramientas, de manera que puedan ser utilizados por todas las personas para llegar al mayor alcance educativo posible.

Una herramienta pertinente en este objetivo es la educación híbrida que, si bien puede ser implementada a distancia y presencial, representa un reto de capacitación para todos los encargados de los programas educativos y para los beneficiarios de éstos, como estudiantes, padres de familia y apoyos académicos.
De manera paralela, se sugiere la adopción de diferentes estrategias para facilitar el proceso de apropiación del conocimiento por parte de las personas con alguna discapacidad:
• Uso de las tecnologías de la información dentro de las plataformas.
• Revisar la didáctica por parte del maestro en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
• Evitar saturación de tareas dentro de las plataformas.
• Usar videoconferencias para la enseñanza y emplear actividades de refuerzo.
• Plataforma + herramientas + actividades prácticas + maestro + estudiante = mayor aprendizaje significativo.
• Filtrar distractores cuando usamos la tecnología (ambiente de aprendizaje, horarios, audífonos, dispositivo único).
• Adaptarse a las diferentes plataformas y nuevas dinámicas de participar en clase.
• Adaptarse a las estrategias docentes de sus padres.

En esta nueva normalidad hay que considerar a las personas con discapacidad y barreras para el aprendizaje para la adaptación al cambio. Todos somos personas y trabajamos para personas. Asimismo, hay que ecordar los valores de inclusión, integración y respeto a la integridad de cada persona y seguir reforzando las habilidades socioemocionales; sobre todo, ser resilientes.

Para saber más

Clínicas de Salud, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/servicios/clinicas-la-salud/
Licenciatura en Pedagogía, Universidad Intercontinental. Disponible en http://www.uic.edu.mx/pedagogia/
Licenciatura en Psicología, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/licenciaturas/division-de-la-salud/psicologia/