El avance tecnológico
Algo que caracteriza al nuevo milenio es el vertiginoso avance de las tecnologías. El conocimiento científico aplicado a las telecomunicaciones y a la industria ha hecho evolucionar a las sociedades contemporáneas a un ritmo nada lento. Las coyunturas de los avances tecnocientíficos, así como los procesos políticos y económicos que han revolucionado la vida del mundo moderno, obligan a las universidades a renovarse de manera permanente en función de las exigencias del siglo XXI.
Dicha tarea se presenta como un reto del cual ninguna institución de educación superior puede sustraerse: “la educación no escapa a la influencia de estos cambios, más aún cuando las universidades e instituciones de educación superior se enfrentan a sociedades cada vez más globalizadas, interconectadas, interculturalidades, con incertidumbres, conformando lo que hoy se ha denominado la sociedad del conocimiento, sociedad de la información o sociedad de la inteligencia” (Briceño, 2006: 687-688).
El avance de las TIC y las universidades
En las TIC lo que hoy es novedad, mañana será rebasado creando una cadena de obsolescencia difícil de romper. Atrapada en ella se encuentra la universidad, a quien le cuesta cada vez más trabajo caminar al mismo ritmo.
Los cambios que se viven en la sociedad no alcanzan de la misma forma la vida interna de las universidades. Esto se puede observar en el perfil con el que los estudiantes egresan, pues las tendencias tanto científicas como tecnológicas en las que se formaron no corresponden al acelerado avance y desarrollo de las sociedades modernas. Dicho en otras palabras: “Asumir los procesos de autoevaluación interna institucional revela, entre otros aspectos, la necesidad de revisar, replantear el proceso de enseñanza y aprendizaje, posibilitando la crítica colectiva de sus actores y un espacio a la creatividad e innovación en acciones que transformen e impacten en la calidad y mejor resultado en los procesos de formación universitaria” (Gutiérrez, s/a: 2).
El docente universitario frente a las TIC
Frente a esta tarea renovadora, los profesores juegan un papel de crucial importancia en un contexto donde las TIC no escapan al uso cotidiano. Es deseable que en el cambio de la universidad se dé también la transformación de las prácticas docentes. Mientras sigan existiendo profesores universitarios que no den la importancia que merecen las tecnologías dentro del proceso educativo,[1] promoviendo su no utilización, la escuela difícilmente cumplirá uno de sus objetivos fundamentales: la preparación del estudiante para beneficio de su sociedad.
Si bien algunas críticas importantes hacia las TIC provienen de los institutos de educación superior, es en ellos donde precisamente se puede incubar el cambio en su uso y aplicación. En este sentido, “la tecnología no puede considerarse sólo a nivel técnico sino como un asunto social en el que intervienen las redes humanas, lo cual promueve la dinamización de estructuras y relaciones políticas, sociales, económicas y culturales, por ende, en el surgimiento de un nuevo paradigma educativo” (Briceño, 2006: 690).
El uso de las TIC
Aquí radica precisamente la importancia de involucrar a las TIC en los procesos educativos dentro de las aulas, pues a pesar de que ya tienen una fuerte presencia en el entorno social, cultural, político y económico, no se han podido transformar las prácticas docentes dentro de los salones de clase. Dicho en otras palabras, las TIC ya constituyen una parte muy importante de los espacios donde se están formando los sujetos, y si la universidad es uno de ellos ¿no será ya el momento de involucrar a las TIC con mayor seriedad dentro de los procesos de enseñanza y aprendizaje que se viven dentro de ella?
Una nueva cultura frente a las tecnologías
No cabe duda que existen esfuerzos para tal cometido. Sin embargo, es común que en las propuestas de capacitación docente sólo se promueva el reemplazo de las viejas herramientas educativas (pizarrón, cuaderno, diccionario, manual, etcétera) por tecnologías más modernas, quedando en segundo plano la discusión y análisis profundo de lo que implica educar en el nuevo milenio, y sobre todo para qué educar en épocas donde la tecnología ha alcanzado a todos. La frágil formación de los estudiantes en ambientes educativos tecnológicos, en gran medida, es la consecuencia de la falta de “cultura tecnológica” por parte de los profesores.
Si bien existe el consenso básico de la importancia de incorporar las TIC a la educación, los intentos por mejorar la enseñanza carecen de paradigmas educativos que les den fuerza y credibilidad. Por otro lado, la capacitación de los docentes se limita a cuestiones operativas de carácter meramente instrumental “dejando de lado prácticas pedagógicas innovadoras que puedan contribuir a estimular la creatividad y la imaginación de los estudiantes” (Levis, 2008: 3).
Referencias
Briceño, M. (2006). La asesoría en entornos tecnológicos educativos. FERMENTUM, año 16, núm. 47, septiembre-diciembre, Venezuela, pp. 685-696.
Gutiérrez, L. (s/a). La gestión institucional y las asesorías pedagógicas universitarias: decisiones, acciones y planificación estratégica. San Juan, Argentina: Universidad Católica de Cuyo. Disponible en http://www.unam.edu.ar/2008/educacion/trabajos/Eje%202/76%20-gutierrez.pdf
Levis, D. (2008), Formación docente en TIC: ¿El huevo o la gallina? Buenos Aires, Argentina: Universidad de Buenos Aires. Disponible en http://www.diegolevis.com.ar/secciones/Articulos/FormacionDocente.pdf
[1] Los profesores en la universidad, en específico los de áreas de ciencias sociales y humanas, vinculan categóricamente a las TIC con lo que el posmodernismo ha llamado la deshumanización del sujeto. En relación con esto, no podemos negar que con el nacimiento del nuevo milenio, la voluntad digital del hombre ha logrado que la humanidad se postre al servicio de la tecnología. Sin embargo, no es ni puede ser así en todos los espacios donde se forman los sujetos, siendo la universidad uno de ellos. Por lo tanto, es urgente establecer desde la academia rupturas de concepciones fatalistas hacia las TIC y renovar el pensamiento a través de su utilización.
Para saber más
Licenciatura en Pedagogía e Innovación Educativa, Licenciatura en Psicología, Maestría en Innovación Educativa, Licenciatura en Innovación Educativa y Gestión del Conocimiento, Educación Continua, Universidad Intercontinental.