El diseño gráfico es una disciplina social y humanística que estructura —mediante procesos discursivos— la planeación, el conocimiento y la realización de comunicaciones visuales. Está fundamentada en técnicas, métodos y teorías para incidir a través de las imágenes sobre la sociedad y sus necesidades.
La incidencia del Diseño Gráfico en la sociedad ha transformado en gran parte nuestro quehacer cotidiano. Ha sido el input de transformación sobre la estetización de la vida cotidiana, que marca un importante punto de inflexión entre modernidad y posmodernidad (Maffesoli, 2014).
El contexto social en el que se ubica actualmente la actividad del diseño gráfico, ha sido resultado de importantes transformaciones y debates sobre la objetivación per se de la disciplina.
Por un lado, estas transformaciones ampliaron las posibilidades de hacer “más simple” la ejecución material de los productos gráficos gracias a la revolución tecnológica, pero, a su vez, transformaron las necesidades de comunicación visual junto con otros factores, como los políticos, económicos y sociales.
Por otro lado, el gremio profesional y académico centra su atención en impulsar el debate sobre la metodología y el perfil idóneo del diseñador gráfico, en función de fortalecer el reconocimiento social.
Esta disciplina relaciona herramientas teóricas de comunicación visual con la técnica. En conjunto, las dos sustentan un sistema que ofrece propuestas a la sociedad y a la cultura, por medio de sus propios recursos discursivos y su capacidad de interpretar y pensar en el otro.
El diseñador gráfico colabora en la innovación —concepto vinculado a identificar y solucionar problemas complejos que requieren la participación de diversas disciplinas— de estrategias comunicativas mediante recursos discursivos, icónicos, tipográficos, plásticos, entre otros.
Hablar sobre el rol de una institución pública o privada se extiende sobre múltiples significaciones y disciplinas, así como sobre el objetivo que tenga cada una. El término “institución” descrito por Beatriz Zepeda (2012) tiene dos acepciones:
- Es un patrón general de categorización de la actividad.
- Constituye arreglo particular socialmente construido, formal o informalmente organizado.
En ambas acepciones se define un conjunto persistente de reglas que describen actividades y comportamientos, limitan la actividad y moldean las expectativas, debido a que las metas y valores que persiguen son identificadas de alguna forma por la sociedad y moldeadas con su participación y el cambio que se manifestará gradualmente por los valores sociales dominantes del contexto.
Las instituciones se convierten en instrumentos de difusión de nuevos valores sociales, dirigidos hacia la construcción nacional, estimulando la lealtad hacia la nación al inculcar un sentido de comunidad y la identificación frente a otras naciones.
Valiéndose de este tipo de valores simbólicos, las élites (grupos de poder) hacen uso de la infraestructura institucional del Estado que proporcionan a sí mismos recursos materiales necesarios para su supervivencia y con ello el establecimiento y reproducción de valores que promueven la idea de nación.
Aun cuando pareciera el mejor medio para difundir su idea de nación, el control del Estado por medio de sus instituciones no siempre es un sistema rígido y absoluto, sino que recurre a la negociación con la sociedad civil, con lo que se conoce como el “poder mediante”.
Para estructurar una efectiva mediación entre las instituciones y la sociedad, estas entidades recurren a modelos de comunicación donde los profesionales del diseño gráfico son indispensables para la conceptualización de la comunicación visual a través de los medios de información en diversos formatos o soportes.
Con ello contribuir a la solución de problemas, en función de elevar la calidad de vida en la sociedad.
Para saber más
Maffesoli, M. (2014). El regresar del tiempo. Formas elementales de la posmodernidad, México. Siglo XXI: pp. 16.
Foucault, M. (1996). Hermenéutica del sujeto. Madrid, La Piqueta, p.55. Como lo plantea Foucault: “El problema previo es la relación con el otro con otro como mediador. El otro es indispensable en la práctica de uno mismo para que la forma que define esta práctica alcance efectivamente su objeto, es decir, el yo.”
Zepeda, B, (2012). Enseñar la nación y la institucionalización de la idea de la nación en México de la Reforma (1855-1876). México: Fondo de Cultura Económica/Conaculta, pp. 29-30.