Cuando se realiza una fotografía de paisaje, la mayoría de las veces quien hace la toma debe trasladarse a los lugares de su preferencia para utilizar diferentes técnicas, estudiar la luz y aplicarla a su trabajo para conseguir los resultados deseados.
Éste no es el caso del fotógrafo mexicano Félix Hernández, que recrea, a partir de maquetas y algunos elementos como humo, harina y otros más, verdaderos paisajes donde ocurre una historia o se desarrolla un personaje.
Lo sorprendente de dichas historias y de los personajes del fotógrafo mexicano es que cobran vida en “océanos”, “desiertos” o “tierras nevadas”, totalmente construidas en el estudio a partir de maquetas. Coloca la iluminación e incluso “pinta” con pequeñas lámparas, haciendo para ello exposiciones muy largas, con el fin de desarrollar las ideas que “solo ocurren en su cabeza”.
Al hacer una lectura más cuidadosa de las ideas que desarrolla en sus imágenes, llama la atención el uso de lo que podemos considerar como intertextos, es decir, lugares comunes, motivos, argumentos y personajes que están tomados de otras fuentes de la cultura, como la literatura y el cine.
A estas alturas no podemos hablar ya de “fuentes de inspiración” y sí de intertextos. Roland Barthes ya consideraba que los textos —en este caso las fotografías— son espacios atravesados por mil focos de la cultura. El trabajo de Félix Hernández puede ser analizado a partir de este concepto.
Para saber más
Licenciatura en Comunicación Digital, Universidad Intercontinental.
Maestría en Guionismo, Universidad Intercontinental.
Especialidad en Guionismo de Adaptación, Universidad Intercontinental.