La responsabilidad social es un tema de gran relevancia que ha ocupado la atención de los sectores empresarial, gubernamental, académico y de la sociedad civil.
Qué es la responsabilidad social
Puesto que este término no tiene una acepción universalmente aceptada, podemos explicarla del siguiente modo:
Todo individuo que forma parte de una comunidad tiene un compromiso frente a ella. Del mismo modo, toda comunidad inserta en la sociedad está comprometida con dicha sociedad. Entonces, entendemos por responsabilidad social la obligación individual o grupal ante una comunidad y ante la sociedad.
Por qué su auge
En México, esta responsabilidad es fundamental, porque se ha convertido en una palanca para impulsar las transformaciones de las organizaciones. El objetivo de tales transformaciones es enlazar sistémicamente lo productivo de los valores económicos y lo social. Pero tener presente en este cambio el desarrollo de la calidad de vida de las personas es justo su nota distintiva.
Responsabilidad social: facta, non verba
La tendencia es que las instituciones asuman su responsabilidad social no sólo de palabra; se les exige establecer una metodología. Asimismo, instrumentos de evaluación e indicadores para medir sus prácticas y su desempeño en términos económicos, sociales, humanos y ambientales. En este caso, los indicadores se rigen por las directrices y los requerimientos de la norma mexicana NMX-SAsT-004-IMNC-2004. A nivel macro, se rigen por las del estándar internacional de la norma ISO 26000.
Nueva cultura, por el bienestar social
Cuando una institución decide ejercer su responsabilidad social, incorpora a sus labores una nueva cultura y política de gestión. Ambas le exigen congruencia con los principios éticos de sus acciones y toma de decisiones, enfatizando su contribución al desarrollo sostenible. El objetivo primordial es aumentar al máximo la contribución al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad.
Para las instituciones actuales, la responsabilidad social es un reto, un momento de oportunidad para reorientar sus esquemas productivos. Implica, además, revitalizar su quehacer cotidiano en términos de su compromiso con las personas, clima laboral y entorno inmediato.
Conceptos, principios y valores: guía y sentido
Así, es necesario identificar e incorporar dentro de las estructuras y filosofía de las instituciones —misión, visión y procedimientos de planeación— los conceptos, principios y valores que asumirá. Éstos deben orientar y dar sentido a lo que haga o deje de hacer como agente activo y corresponsable en la construcción de una sociedad más sostenible.
Hablar con el ejemplo
Las instituciones están obligadas a dar ejemplo con sus actuaciones. Aún más, deben establecer relaciones de aceptación, respeto y consideración con los diferentes grupos de interés, para desarrollar soluciones globales.
Para ello, habrá que reconocer que sólo por medio de sus acciones, y no en función de su discurso, es que las instituciones favorecen el desarrollo sostenible.
Cinco principios generales de responsabilidad social
Algunos de los principios generales más consensados por las instituciones respecto a la responsabilidad social son los siguientes:
- Responsabilidad institucional por sus impactos socioambientales.
- Transparencia en sus decisiones y actividades.
- Comportamiento ético de la organización en todas sus actuaciones.
- Respeto a la normatividad internacional de comportamiento.
- Respeto y reconocimiento de los derechos humanos y de su universalidad.
Dichos principios interpelan no sólo a las instituciones sino también a los ciudadanos. Invitan a reflexionar de manera crítica y autocrítica nuestro desempeño cotidiano, la manera en que actuamos, nos involucramos o incidimos.
Para saber más:
Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/nosotros/ideario/