El comercio internacional es fundamental en el crecimiento económico y el desarrollo de las naciones, aunque también es un desafío para los países; especialmente, para aquellos con economías en desarrollo.
Por ello, las instituciones internacionales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), son imprescindibles en la regulación y promoción del comercio internacional.
La OMC, un foro para la cooperación comercial
La OMC es la única organización internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países. Su objetivo es ayudar a los productores de bienes y servicios y a los exportadores e importadores a llevar adelante sus actividades de manera fluida y previsible.
También, administra los acuerdos comerciales, proporciona un foro para las negociaciones comerciales, trata de resolver diferencias comerciales y supervisa las políticas comerciales nacionales.
Asimismo, ofrece asistencia técnica y cursos de formación para los países en desarrollo, lo que les permite mejorar su capacidad para participar en el comercio internacional, y coopera con otras organizaciones internacionales para promover el comercio y el desarrollo económico.
El FMI, factor clave en la estabilidad financiera
Esta organización internacional se ocupa de la estabilidad financiera global. Su objetivo principal es promover la estabilidad financiera y prevenir crisis financieras. Proporciona asistencia financiera a los países que enfrentan dificultades económicas y ofrece asesoría sobre políticas económicas y financieras.
En el contexto del comercio internacional, este organismo juega un papel importante en la promoción de la estabilidad financiera y la reducción de los riesgos asociados con el comercio.
El FMI también trabaja con la OMC para promover la cooperación comercial y la estabilidad financiera.
Desafíos y oportunidades para América Latina
América Latina es una región con un gran potencial para el crecimiento económico y el desarrollo, pero enfrenta los siguientes desafíos:
- La falta de infraestructura adecuada en América Latina obstaculiza el comercio y reduce la competitividad de los países de la región. Esto se debe a la insuficiencia de carreteras, puertos, aeropuertos y sistemas de transporte eficientes.
- El comercio entre los países de la región es bajo, lo que significa que no se están aprovechando las oportunidades de comercio dentro de la región. Esto se debe, en parte, a la falta de infraestructura y a las barreras comerciales.
- Mejorar la infraestructura en la región podría tener un impacto significativo en la economía.
- Reducir a la mitad la brecha de infraestructura entre la región y las economías avanzadas podría reducir los costos comerciales y aumentar las exportaciones en un 30 por ciento, lo que, a su vez, aumentaría el Producto Interno Bruto hasta en un 7 por ciento.
- La transición energética beneficiaría a los países latinoamericanos que tienen grandes reservas de minerales críticos, como Chile, Perú, Brasil, México y Argentina.
Estos recursos podrían atraer inversiones y generar oportunidades para que los países de la región incrementen su participación en las cadenas de valor mundiales.
- La deslocalización cercana, o nearshoring, es una oportunidad para que los países de la región incrementen sus intercambios comerciales, lo cual implica relocalizar parte de las operaciones de la cadena de suministro de una empresa a países más próximos por motivos de resiliencia.
Esto podría beneficiar a países como México, que ya ha visto un aumento en la inversión en el sector manufacturero gracias a esta tendencia.
De manera general, este tipo de instituciones internacionales es crucial para la regulación y el fomento del comercio global, dado que promueve la cooperación comercial y permite reducir los riesgos asociados al comercio facilitando la estabilidad financiera.
Así que considero fundamental que América Latina colabore con instituciones como la OMC y el FMI, a fin de mejorar su capacidad de participación en el comercio internacional y promover el crecimiento económico y el desarrollo de su población.