La educación es el pilar de un país. Un sistema educativo sin renovaciones y con malas prioridades afecta directamente en el futuro de la sociedad. Aquí se desarrolla la importancia de la educación para la paz.
Hacia una pedagogía de la convivencia
En la realidad actual, no se necesitan grandes investigaciones para justificar que los modelos educativos deben atender elementos mucho más humanos. Unos modelos que busquen el fomento de la formación humana y el compromiso ético. Todo para el cuidado de las personas, del entorno ecológico y de la defensa de los derechos humanos.
El modelo educativo
El momento actual representa una oportunidad de evaluar el sistema educativo tradicional. A pesar de que tenga tintes del modelo de escuela nueva, continúa perpetuando métodos antiguos, arcaicos y ceñidos al conductismo como fuente conceptual.
Los modelos educativos de este tipo suelen preparar a los estudiantes para la competencia entre ellos. Los modelos pueden tolerar dinámicas de interacción social poco asertivas y llegar a fomentar conductas de abuso y vulneración de los derechos humanos de los estudiantes.
Por su parte, los modelos actuales deben rescatar elementos valiosos de la operación tradicional. Estos elementos son la disciplina, la estructura operativa bien planeada y la normativa institucional como guía del quehacer educativo. Sin embargo, deben nutrirse con elementos de educación socioemocional que busque el logro de habilidades socioafectivas.
La educación ideal
Al conocer lo anterior, el aprendizaje inmersivo, colaborativo, que procure la creatividad y la empatía deben ser parte importante de los programas educativos actuales. De manera que, la formación debe promover el logro de habilidades metacognitivas que lleven al estudiante a reflexionar sobre lo que aprende.
Se entiende que ahora deben integrarse dinámicas de interacción social que fomenten el aprendizaje colaborativo auténtico. Esto con el fin de desarrollar habilidades de diálogo, negociación, gestión emocional y resolución asertiva de conflictos.
Un estudiante que participe del sistema educativo debe adquirir habilidades para aplicar lo que aprende en la resolución de problemas reales. En el ideal, podrá asumir una actitud proactiva frente a las situaciones sociales que se presenten como un problema.
Propuesta educativa
Por otro lado, los sistemas educativos deben considerar que por la vía de la educación intergeneracional es posible generar cambios al interior de una familia. Esto sucederá si se educa a los hijos para el desarrollo de habilidades socioemocionales.
Los sistemas educativos deben conocer su relevancia. Tienen un impacto a nivel de problemáticas sociales como la normalización de la violencia y la descomposición de valores sociales.
La importancia del sistema educativo
Las dinámicas sociales que se desarrollan en entornos escolares de todos los niveles favorecen el ejercicio de habilidades. Algunos ejemplos son los siguientes:
- El manejo de emociones.
- La resolución de conflictos.
- La solidaridad.
- La empatía con los compañeros.
El estudiante puede aprender nuevas formas de relación y a desarrollar habilidades para la resolución no violenta de conflictos. Incluso, el docente puede convertirse en un agente guía. Pues su objetivo principal es que sus estudiantes aprendan a ver con una perspectiva reflexiva, para aplicarla en cualquier situación que implique una conducta o discurso violentos frente a una problemática.
Para saber más
Licenciatura en pedagogía e innovación educativa, licenciatura en psicología, licenciatura en filosofía, doctorado en educación, maestría en intervensión educativa, postdoctorado en innovación educativa