Esta técnica milenaria no sólo es aplicable a cualquier material; también está al alcance de cualquiera que desee aprenderla y aplicarla.
Método de impresión antiguo, la serigrafía es una técnica empleada para la reproducción de imágenes sobre cualquier material. Comenzó a utilizarse en Oriente en 3000 a. C., en vajillas, telas y cavernas, y no fue sino hasta el siglo pasado que se empleó en papel, sobre todo en ámbito de la publicidad.
La técnica consiste en transferir una tinta a través de una malla, la cual se tensa en un marco con el fin de optimizar el procedimiento de transferencia de la tinta al material receptor. Cuando no es necesario el paso de tinta, se emplea barniz para bloquearla. En tanto, la presión que se ejerce sobre la malla es la que permite el estampado.
Entre los beneficios de este método se encuentran su aplicación sobre cualquier material y la repetición de su proceso cuantas veces sea necesario, sin afectar la calidad de lo impreso.
Ya en el siglo XX, su utilización se extendió de la publicidad al ámbito artístico, y se convirtió en una de las formas de expresión más comunes entre los artistas plásticos. Al ser uno de los métodos de impresión más efectivos, es posible encontrarlo, cada vez más, en campañas de publicidad gráfica, obras artísticas, indumentaria, botellas, etiquetas, objetos de metal y cerámica, entre otros. Además, puede realizarlo cualquier persona.
En la Licenciatura de Diseño Gráfico de la Universidad Intercontinental, tuvimos una grata experiencia durante un curso que impartimos a jóvenes del programa Construyendo Puentes-Capys UIC, quienes demostraron una gran habilidad para comprender y aprender esta técnica. Realizaron diversos proyectos, entre los cuales estuvo su logotipo, que estamparon en camisetas y libretas impresas por ellos mismos y a las que hicieron sus respectivos acabados.
Fue una vivencia inolvidable tanto para nosotros como para los muchachos, pues se mostraron muy emocionados al conocer esta técnica de impresión y, sobre todo, de saber que pueden capacitarse para aplicarlo en un trabajo remunerado.