“La Tierra desconoce la piedad. Sólo quiere prevalecer transformándose. La Tierra que destruimos se hizo presente”. Así comienza el texto Las ruinas de México, de José Emilio Pacheco, publicado en la revista Proceso, a raíz del terremoto de 1985.
Luego de 32 años, la ciudad volvió a ser despiadada, dejando en la zozobra, sobre todo, a aquellos jóvenes que aún sin nacer, siendo bebés o niños sólo habían vivido la catástrofe mediante un profundo miedo que apenas pudieron comprender: anécdotas, la televisión, el periódico, las fotografías, la radio o internet.
Según cifras oficiales, el terremoto del 19 de septiembre de 2018, de 7.1 grados en la escala de Richter, dejó 305 fallecidos, de los cuales, 167 se encontraban en la Ciudad de México.
¿Por qué recordar la tragedia?
En un acto simbólico por las víctimas del terremoto, este 19 de septiembre a las 13:14:40 se guardará un minuto de silencio y a las 13:16:40 se llevará a cabo un simulacro.
Algunos están en favor, otros en contra del evento, pues revivir una tragedia de tal magnitud los devuelve a un estado de terror y angustia con tan sólo escuchar la alarma sísmica.
Sin embargo, se trata de una práctica que puede ayudar a concientizar sobre cómo actuar en caso de siniestro. Seguir las instrucciones de Protección Civil puede hacer la diferencia y salvar cientos de vidas.
Tan sólo hay que recordar que en 1985, la palabra replegarse era apenas utilizada. Hoy, ésta tiene un significado distinto.
Quienes tomaban una evacuación a la ligera, ahora ya la toman más en serio. No faltaba quien bajara las escaleras lentamente, riendo, o quienes se rehusaban a participar. Había, también, quien ni siquiera sabía cómo actuar.
Vivimos en una zona de alta sismicidad, y esto constantemente ronda nuestras mentes, si no es que diario. Vivimos pendientes de las aplicaciones o los tuits, que no dejan de mandar alertas de temblores.
En una especie de histeria, las personas ya no se despiden igual. Ahora, un adiós es distinto; toma tintes de nostalgia y añoranza por la persona a la que quizá no vuelva a verse como consecuencia de un “mudo alarido”, diría el poeta mexicano.
Así que, ante la ferocidad de la tierra, sólo queda atender las acciones de seguridad que protejan nuestra integridad.
Tragedia y corrupción
En la catástrofe, las personas se unieron y formaron un colectivo dispuesto a brindar su apoyo en todo momento desde los primeros minutos: removiendo escombros; comprando, recolectando y distribuyendo víveres; ofreciendo alojo; difundiendo información.
Incluso, en las redes sociales las personas desconocidas olvidaban esa frontera, apoyándose mutuamente y acompañándose durante las noches a fin de sobrevivir al estrés postraumático.
Ante la indiferencia cotidiana que supuestamente caracterizaba a los habitantes de la Ciudad de México, esto debe darnos esperanza.
Mantengamos nuestros ojos en las buenas acciones, en la confianza. Recordemos que este miedo tan grande dejó en la superficie la verdadera esencia de los mexicanos que, aun en la tragedia, tenían la fuerza para cantar.
Participemos en esta conmemoración; la cooperación es vital. Pero no olvidemos que todavía quedan grandes grietas por reparar.
Por ejemplo, de mil 994 millones de pesos que donó el sector privado, se desconoce el destino de 829 millones de pesos. Que en las llamadas Zonas Cero, todavía hay muchísima gente viviendo en tiendas de campaña. Que en algunas delegaciones, la reconstrucción es un mero sueño guajiro.
El terremoto de hace un año destapó una infinidad de mafias, dentro del sector de la construcción, incluso de los mismo partidos políticos.
Entonces, así como nos unimos para ayudarnos entre nosotros, es necesario continuar haciéndolo para exigir al gobierno algunas respuestas y, sobre todo, acciones. Porque es cierta la vulnerabilidad bajo la que continuamos viviendo luego de un evento de tal magnitud, y bajo la que seguiremos de no hacernos escuchar tanto como se hizo escuchar la tierra.
Para saber más
Eva González, Esperanza en tiempos de adversidad, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/esperanza-en-tiempos-de-adversidad/
Karemm Danel, Qué hacer ante un evento traumático. Disponible en https://www.uic.mx/que-hacer-ante-evento-traumatico/
Ana Rojas, BBC Mundo, “La solidaridad tras el terremoto en México: ‘Las lágrimas se me salían sin parar al ver tanta ayuda y oír a la gente cantar’”. Disponible en https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-41338737
+ DE MX, “Reflexiones de grandes escritores mexicanos sobre el sismo de 1985 que hoy valiera releer”. Disponible en https://masdemx.com/2017/09/poemas-reflexiones-temblor-sismo-mexico-1985-2017/