El viernes 24 de septiembre se efectuó el 1er conversatorio Diálogo con el no-creyente organizado por el Instituto Intercontinental de Misionología UIC (IIM) y la Asociación Mexicana de Instituciones de Educación Superior de Inspiración Cristiana (AMIESIC), Vocalía del Diálogo, Fe, Ciencia y Cultura.
En esta ocasión, el tema a tratar fue “Diálogo con el no-creyente en las nuevas tendencias religiosas posmodernas (posibilidades de interlocución misionera contemporánea)”.
La inauguración corrió a cargo del maestro Carlos Lepe Pineda (Universidad Anáhuac, coordinador de la Vocalía del Diálogo, Fe, Ciencia y Cultura), quien cuestionó cómo misionar en las instituciones de inspiración cristiana cuando hay un alejamiento de la fe dentro de ellas, y del director divisional del IIM, padre Javier González Martínez, MG, de quien se leyó un mensaje en el cual se resaltó la importancia del diálogo para “buscar la verdad que construye al hombre en su ser criatural”. Fungieron como ponentes los académicos UIC doctora Lucero González Suárez, y los maestros Víctor Hugo González García y Jorge Luis Ortiz Rivera, siendo moderador el doctor Ramiro Gómez Arzapalo quien leyó varias preguntas con base en las cuales los expertos efectuaron sus intervenciones; entre ellas: ¿quién es el no creyente?, ¿podemos hablar del no creyente en el mundo contemporáneo?; ¿quién es el no creyente para la Iglesia católica?; ¿qué relación se establece en la actividad misionera de la Iglesia con el no creyente? y ¿cómo se da la integración del otro(no creyente) en el ámbito del nosotros (Iglesia)?
Para comenzar, la doctora González destacó en su ponencia que el no creyente es “todo aquel que no ha recibido el don de la contemplación”, en tanto que el maestro Víctor Hugo habló de los diferentes ámbitos en que se puede entender el no creyente: el del ser humano de a pie, a un nivel social, a un nivel teológico y de la oración contemplativa o contemplación y el maestro Ortiz señaló que el no creyente tiene como límite lo matemáticamente demostrable y tiene como dogma la imposibilidad de lo trascendente.
Asimismo, la doctora Lucero esclareció que el no creyente no acepta las doctrinas de la Iglesia católica —por lo que debemos preguntarnos qué entendemos por Iglesia—, tampoco acepta a Cristo como un camino de salvación y posee una identidad religiosa distinta o no asume alguna creencia religiosa. El maestro González habló de las posturas exclusivista, inclusivista y la pluralista la cual implica salir de la comodidad para acercarse al otro que es distinto y reconocer aquello de expresión que hay de verdad en nosotros y el maestro Jorge Luis dijo que el no creyente en la Iglesia no comparte en complitud los dogmas de la Iglesia.
El diálogo debe buscar la unidad en medio de la diversidad, apuntaron, reconocer que por encima de la diversidad está la unidad en Cristo, dijo la doctora Lucero, y que ante aquel que no se identifica como creyente cabe la invitación y todo cristiano tiene el deber de proclamar esa buena nueva; el cristianismo es un ethos.
En su última intervención, el maestro Víctor aseguró que la identidad se forma a partir de la alteridad: sólo saliendo del autocentramiento cristiano podemos descubrir caminos vinculantes juntos en común.
Finalmente, el maestro Jorge Luis aseveró que mientras la realidad humana sea plural debemos buscar la complementariedad. “Estamos en un momento histórico en que hay unidad, pero no la uniformidad”, apuntó.