Desde marzo de 2005, se instituyó en nuestro país el Día de la Familia, estableciéndolo el primer domingo de marzo, lo anterior conforme al decreto del expresidente Vicente Fox. La celebración tiene como fin fomentar la integración y unión familiar, así como resaltar la trascendencia social de la familia y edificar una cultura favorable a ella, a través de la educación; además, busca crear conciencia de la importancia de los hogares familiares, con el propósito de hacer frente y crear políticas públicas orientadas a proteger los vínculos de sus integrantes.
La familia es el núcleo esencial de la sociedad, pues representa el primer espacio donde aprendemos a desenvolvernos como individuos que integran una sociedad. Es mediante la interacción con nuestros padres y hermanos que formamos nuestro carácter y valores y, asimismo, en ella fortalecemos nuestra identidad y las habilidades básicas de comunicación y relación con la sociedad.
Para la Dimensión Familia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), “La vida familiar es como un gran salvavidas en medio de la tempestad; pero también es cierto que el matrimonio y la familia se están enfrentando a inmensos desafíos materiales, culturales y espirituales”, por lo que destaca que, hoy “más que nunca, debemos tomar conciencia, de que somos una familia y formamos un solo equipo donde, para salir adelante, cada quien debe poner su parte, dando prioridad a la paciencia, a la tolerancia, a cultivar la bondad, la sabiduría, y rechazar todo tipo de violencia, polarización o guerra”.
Seamos parte de la paz y comencemos por llevarla a nuestras familias para construir esperanza en un mundo amenazado cada vez más por la destrucción.
Referencia
http://www.dimensionfamiliacem.org/familia/6-de-marzo-dia-de-la-familia/