“El compromiso es sembrar la semilla del Evangelio en profesionistas de bien para que ellos sean sal”: Excmo. Sr. Don Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, MG, Obispo de Ecatepec
28 de febrero de 2019.- Con el objetivo de brindar una oferta más ambiciosa y pertinente de educación superior, la Universidad Intercontinental (UIC), representada por el P. Raúl Ibarra Hernández, MG, Superior General de Misioneros de Guadalupe y presidente del Consejo de Gobierno, y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), por medio de su presidente de la Junta de Gobierno, licenciado Juan José Rodríguez Posada, refrendaron su compromiso con la educación de nuestro país al llevar a cabo la ceremonia protocolaria de la firma de convenio de la alianza UIC-UPAEP, acto en el que fungieron como testigos de honor en el presídium el Excelentísimo Señor Don Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de Puebla; el Excelentísimo Señor Don Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, MG, Obispo de Ecatepec; el Dr. Emilio Baños Ardavín, Rector de la UPAEP, y el Mtro. Bernardo Ardavín Migoni, rector de la UIC.
Durante la ceremonia, el licenciado Rodríguez Posada subrayó la convicción de entregarse con alegría y generosidad por un proyecto educativo que ayuda a la transformación del entorno en la búsqueda de la verdad desde la diversidad. “Se potencian mutuamente, por un lado, el ideal misionero y, por el otro, el ideal de la transformación social”, subrayó, además de comentar que la empatía entre las misiones de ambas universidades fue, en principio, lo que las unió. “Queremos humanizar la educación, lo que supone poner a la persona al centro de la educación en un marco de relaciones que constituyen una comunidad viva, independiente, unida a un destino común donde la persona social se encuentra dispuesta a dialogar y a trabajar para la realización del bien común […] todo esto se enmarca en una perspectiva de subsidiariedad educativa que favorece el intercambio de nuestras mutuas experiencias; de esa manera se construye una red de servicio donde uno ayuda al otro proveyendo en todo lo que pueda contribuir a una mayor ayuda mutua”, añadió. Por último, expresó su agradecimiento a los Misioneros de Guadalupe y a la comunidad UIC por “esta oportunidad de crecer juntos”. “Sólo desde esta perspectiva humanista se dará la transformación sustantiva de la educación superior”, finalizó.
Por su parte, el padre Ibarra citó una frase del Eclesiastés 4:9-12 la cual se incluyó en el pergamino: “Más valen dos que uno porque obtienen más frutos de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir”, y añadió que ese pensamiento es el que inspira la ratificación de la alianza establecida desde 2014. “Dos instituciones de educación superior que, sin perder su identidad, se unen y suman sus experiencias formativas y la riqueza de sus valores cristianos que las sustentan para ofrecer lo mejor de sí mismas a sus estudiantes y a sus comunidades formativas —dijo y agregó—: A esta altura ya no somos entes desconocidos y distantes como al principio, sino creadores de vínculos y de intercambio con resultados satisfactorios. Nuestra alianza se funda en una relación de profunda confianza buscando construir modelos de intervención y formación educativa. La UIC ha aprendido de la UPAEP y la UPAEP ha aprendido de la UIC. Naturalmente, hemos trabajado en un ambiente de respeto y disponibilidad entre los diferentes niveles equivalentes de nuestras estructuras”.
Previo al evento, se llevó a efecto una celebración eucarística presidida por el Arzobispo de Puebla, predicada por el Obispo de Ecatepec y concelebrada por Mons. Kevin Randall, encargado de Negocios A.I. Nunciatura Apostólica en México, el padre Superior General y el director de Formación Integral de la UIC, padre Juan Francisco Torres Ibarra, MG.
Durante su homilía, Monseñor Domínguez destacó que nos enfrentamos como sociedad a uno de los retos más grandes: a las ideologías que proponen un bienestar sin Dios y caen en la superficialidad y comentó que las nuevas tecnologías y los medios de comunicación al tiempo que han aportado beneficios, también en ocasiones han sido medios de destrucción al fomentar una “cultura del descarte”. Por ello, llamó a los asistentes a mantener una actitud de fortaleza espiritual. “Las universidades están llamadas a una constante renovación”, dijo y señaló que Dios nos concede esta vida para alcanzar la plenitud y la felicidad, por lo que invitó a los presentes a tener a Dios en su vida. Asimismo, subrayó la importancia de la alianza entre la UIC y la UPAEP ya que en el siglo XXI los retos son mayores. “La alianza acerca dos experiencias de dos universidades teniendo como base los valores cristianos para formar profesionistas que hagan el bien común. Ambas han buscado ser sal en el mundo, siempre en la búsqueda desinteresada de la verdad. El compromiso es sembrar la semilla del Evangelio en profesionistas de bien para que ellos sean sal”, concluyó.