Con la participación del profesor Karlos García Carrillo como ponente, el lunes 28 de octubre, en el Auditorio Teilhard de Chardin, inició el Seminario Ayotzinapa. Una mirada técnico-jurídica, el cual se llevará a cabo del 28 de octubre al 1 de noviembre y contará con las ponencias de prestigiosos abogados como los maestros Ángel Antonio Briones, Mauricio Macotela, Yolanda Sicairos y el fiscal Iñaki Blanco.
Entre otras importantes ideas, el abogado García Carillo destacó que los medio de comunicación afectan la percepción de la realidad que se tiene y así sucedió en el caso Ayotzinapa, pues, por ejemplo, mencionaron que el gobierno ha hecho todo lo posible por encontrar a los 43 lo cual no es del todo cierto. Asimismo, subrayó la falta de atención a los derechos humanos, a la integridad y certeza jurídica, así como a la impartición de la justicia de manera pronta y expedita: “Hay deficiencias en la investigación porque el gobierno no brindó los recursos suficientes para la investigación; ojalá se haga una reforma efectiva en materia de derechos humanos […] Si no hay caos, no hay cambio y urge uno en materia de seguridad”, señaló.
La noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, tuvo lugar un episodio de violación a los derechos humanos en la historia reciente de nuestro país cuando un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, de entre 17 y 25 años, acudió a la ciudad de Iguala, Guerrero, ubicada en ese mismo estado, con la finalidad de “tomar” autobuses que requerían para participar en la conmemoración del 2 de octubre. Sin embargo, los policías municipales abrieron fuego contra los estudiantes para impedirles salir del lugar, consiguiendo cerrar el paso a cinco transportes con la ayuda de otras corporaciones y de civiles. Detuvieron a 43 normalistas, quienes desaparecieron. Esa misma noche continuaron las agresiones contra los estudiantes y la población en general, no sólo por parte de agentes estatales, sino por la de algunos civiles que, como después se demostró, eran parte de la estructura de la organización criminal “Guerreros Unidos”, fuertemente vinculada con las instancias estatales presentes en esa zona guerrerense
El saldo de la cruenta noche de Iguala fue brutal: 43 jóvenes estudiantes que siguen desaparecidos; 6 personas ejecutadas, entre ellas 3 normalistas, incluyendo el caso de un joven cuyo cuerpo apareció al día siguiente en un paraje inhabitado con claras muestras de tortura; al menos 40 personas fueron lesionadas, contando a dos estudiantes que resultaron con afectaciones graves y permanentes a su salud. En total, más de 180 personas fueron víctimas directas de violaciones a derechos humanos esa noche y alrededor de 700 personas resultaron víctimas indirectas, considerando a los familiares de los agraviados.
A pesar del proceso de búsqueda de verdad y justicia que iniciaron los familiares de los desaparecidos y de las víctimas de ejecución, la obstrucción de la investigación por parte de las autoridades ha impedido que la verdad de los hechos ocurridos a los normalistas de Ayotzinapa el 26 y 27 de septiembre de 2014 sea conocido por las familias y por toda la sociedad; y por ende, tampoco se ha investigado, procesado y sancionado a todos los responsables de dichos sucesos.
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