El pasado 19 de julio el doctor Ricardo Rivas, catedrático y director de Investigación de nuestra universidad, fueinvitado a dictar una conferencia en la Universidad Pontificia de México, institución del Episcopado Mexicano. El trabajo presentado en el aula magna de esa institución se intituló “El pensamiento cristiano y el desafío del antihumanismo”, en el cual abordó, por una parte, el fracaso de los proyectos humanistas seculares de la modernidad que habían prometido una sociedad más moral, más libre, igualitaria y fraterna, en la medida en que todos los individuos se dejaran “guiar” por el impulso de una racionalidad crítica autónoma. Por otra parte, mostró el desafío que representa la tendencia posthumanista (o transhumana), que propone para superar todas nuestras debilidades y rasgos de “atraso evolutivo” –como el libre albedrío y la moralidad, lo que precisamente nos hace humanos– la manipulación genética de la descendencia, puesto que los instrumentos de la educación y ese humanismo moderno como ideal civilizatorio no habían dado los resultados esperados. Ante tales posturas, el doctor Ricardo Rivas propuso una relectura del humanismo cristiano que, en tanto humanismo, trasciende a cualquier religión, pero por estar centrado en la persona humana, el pensamiento cristiano ha asumido y se ha comprometido a defender. Cuatro elementos destacó para tal relectura, a saber: a)una revaloración de la suprema dignidad de nuestra condición de personas, b) una revaloración de la universalidad que se deriva del reconocimiento de la igual dignidad en todas y cada una de las personas, c) una revaloración de nuestra condición finita –condición de creaturalidad–, lo cual nos compromete a tomar nuestra existencia como don y no sólo como derecho, en una perspectiva más humilde respecto de la naturaleza (humana y no humana) y respecto de su Autor, y, c) finalmente, una relectura de la antiquísima noción de “ley natural”, no como un invento del cristianismo sino como el conjunto de exigencias éticas, morales y jurídicas que se derivan de nuestro propio ser personal, reconocidas y explicitadas a lo largo de nuestra ambivalente historia.
También, a finales del pasado mes de junio, el mismo doctor Ricardo Rivas fue invitado por el Tecnológico de Monterrey a impartir un curso de capacitación en la disciplina para los docentes de esa institución, con un taller titulado “El giro lingüístico y nuevas tendencias en la filosofía”. En dicho curso, recuperó a dos filósofos alemanes –Karl Otto Apel y Jürgen Habermas, en los que se basó para su tesis de maestría como de doctorado, respectivamente–; ambos pensadores se han encargado de proponer una metodología para la resolución de conflictos en sociedades complejas como la nuestra, teoría denominada “Ética del discurso” o “Ética dialógica”, que, como su nombre lo indica, propone elevar el diálogo, y la posibilidad de consenso que está siempre supuesta, a categoría metodológica y ética para la construcción de procesos de comunicación, debate, disenso y consenso, e inclusión, en esta época en la que la violencia y la pauperización de la política se están convirtiendo en la “norma”.
Felicitamos y reconocemos el trabajo del profesor Ricardo, quien en esta serie de eventos e invitaciones pone en alto el nombre de nuestra universidad y contribuye a hacer visible el Alto Nivel Académico que proclamamos en nuestros principios rectores.