Este fin de semana, los estudiantes de la Pastoral Universitaria Daylinn Rocha Cruz (RCI, cuarto sem.), Guillermo Ramírez Flores (Filosofía, cuarto sem.), Luis Enrique Robles Luna (Pedagogía e Innovación Educativa, séptimo sem.), María Isabel Parra Carrillo (Contaduría y Finanzas, octavo sem.), Emiliano Cabrera Crespo (Mercadotecnia, octavo sem.), Daniela Sandoval (Medicina y Cirugía Odontológica, sexto sem.), Luis Hernández (Administración y Dirección Estratégica, cuarto sem.), Shendel Aitana Maravilla Camacho (Psicología, octavo sem.) y Alejandra Sofía Pérez Fragoso (Nutrición, octavo sem.), junto con otros tantos alumnos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) quienes se prepararon desde mediados de febrero, irán de misión, como lo han hecho los fundadores de nuestra institución, Misioneros de Guadalupe.
De ese modo, durante aproximadamente un mes, los jóvenes misioneros estarán en dos zonas de Kenia: Nairobi y la zona Masai, por lo que, previo al inicio de la misión y en el marco de la visita pastoral del Emmo. Sr. Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México a nuestra casa de estudios, el 9 de mayo, tuvo lugar un rito de envío en el que nuestros estudiantes, en compañía del coordinador de la Pastoral Universitaria, Edwin García Alvarado, y el director general de Formación Integral, Padre Rigoberto Colunga Hernández, recibieron la imposición de la cruz y expresaron que no actúan en nombre propio, sino en nombre de toda la Iglesia que es quien los envía a misionar.
Durante su estancia en la universidad, el cardenal Aguiar tuvo oportunidad de manifestar su alegría por la misión que emprenderán los estudiantes y señaló, entre otras cosas, que ello les permitirá “descubrir el gran tesoro que hay en el otro”, que “el servicio les dará gran paz” y que “misionar es conocer otros mundos que jamás imaginamos”.
Nuestra institución, reafirmando su identidad misionera y con gran esperanza, les desea que Dios, nuestro Señor, los llene de bendiciones y que Nuestra Señora de Guadalupe los cubra con su manto durante esta experiencia que, sin duda, marca un antes y un después en sus vidas y en la historia de la UIC.
