Asimismo, se abordó el tema de la psicoterapia cognitivo-conductual, uno de los modelos más importantes de la psicología basada en evidencia científica, la cual ha demostrado su eficacia en el manejo de diferentes trastornos ya que permite abordar problemáticas muy diversas, aplicando técnicas enfocadas en el cambio de pensamientos y conductas desadaptativas, lo cual beneficia a la salud mental y general de los pacientes.
Dr. Juan José Sánchez. Efectividad de la intervención cognitivo conductual en trastornos como ansiedad y depresión en pacientes con diabetes, VIH, cáncer, hipertensión (psicológica), “no sólo mejoran sino que prácticamente no tienen recaídas”. La intervención debe ser breve, en ocasiones intensiva, focalizada, directiva, ética, respetuosa, culturalmente sensible y basada en mecanismos neurales y en evidencia científica.
Dr. Óscar Galindo. Los oncólogos sí notan un efecto negativo en la calidad de vida de los pacientes, así como malestar emocional y síntomas de ansiedad. La percepción de apoyo social es muy importante en las enfermedades crónico-degenerativas. Antes del dx de cáncer se está presentando ansiedad y depresión. “El cáncer no sólo afecta al px, sino también al cuidador primario”.
Fase paliativa de su familiar, pueden presentar un trastorno psiquiátrico. Población clave que también requiere atención.
Mtra. Sheila Viridiana Hernández. La obesidad es una enfermedad prevenible crónica, multifactorial: biológico-genéticos, ambientales y psicológicos. Debe realizarse un tratamiento multidisciplinario, para una mayor efectividad.
La TCC no solo influye en la mejora física como el IMC, sino en aspectos psicológicos, mejora de la autoeficacia o bienestar psicológica, así como en la percepción de la calidad de vida. Es un enfoque que permite abordar de forma integral los factores asociados con la obesidad.
Pacientes con Covid-19 presentan ansiedad, la sintomalogía severa, son los más frecuentes, mientras que en México, de manera similar, se observa sintomalogía depresiva y ansiosa, estrés ante la estancia hospitalaria, problemas de sueño, necesidad de comunicarse con sus familiares, etcétera.
Necesidades en familiares: miedo e incertidumbre de su familiar y a estar contagiado, crisis ante la notificación de malas noticias.
Necesidades en personal de salud: miedo a infectarse e infectar a sus seres queridos, estrés emocional por no poder ver a su familia, etcétera.
En conclusión, es importante destacar la participación y el aporte del psicólogo cognitivo conductual y el médico conductual en escenarios hospitalarios y clínicos en la atención de padecimientos como diabetes, obesidad, hipertensión arterial o cáncer, mostrando resultados objetivos y tangibles no sólo en el bienestar de la persona, sino en medidas fisiológicas que atenúan la mejoría del padecimiento.
Gracias a esta evidencia, el personal de salud y directivos de los centros clínicos están conscientes de las necesidades de la población a la que atienden, por lo que perciben al psicólogo como parte esencial del equipo de salud y como agente de cambio.
Con el correr de los años y la evolución de las ciencias, hoy en día es crucial que las intervenciones psicológicas se basen en investigación científica y clínica, por lo que es imprescindible preparar a los futuros psicólogos en ambos rubros.
No debe olvidarse que el psicólogo es parte fundamental de un equipo multidisciplinario que debe seguir trabajando en promover estrategias de cambio en beneficio de las personas desde una perspectiva humana y científica independientemente del área de especialidad.
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