Para la maestra Giannina Sampieri Laguna, directora académica de la Licenciatura en Relaciones Comerciales Internacionales y directora Divisional de Negocios, el mundo ahora está inmerso en el conflicto de no respetar los valores del otro y de su forma de ver la vida, refiriéndose a las más de 65 guerras que se están sosteniendo actualmente alrededor del globo terráqueo, pero, en específico a la más reciente de ellas: el conflicto entre Palestina (Hamás) e Israel el cual, de acuerdo con la experta, tiene sus orígenes hace más de 75 años. “Podríamos ir mucho más atrás, y referirnos a la Biblia, pero, finalmente, han transcurrido 75 años desde que los palestinos se iban a establecer en Gaza, y los israelíes no estaban de acuerdo porque consideraban que no es su Estado, y ése es el principal problema; es decir, aceptar al Estado palestino”, dijo.
Asimismo, la directora con máster en Estudios de Integración Europea por la Universidad Autónoma de Barcelona señaló que ambos países quieren a Jerusalén como capital y ése es uno de los temas más controvertidos, porque, a pesar de que Israel tiene a Tel Aviv, considera que Jerusalén debería serlo y, en el caso de Palestina, también pretenden tener ese lugar como su capital por motivos religiosos. “Es una cuestión religiosa y territorial. De hecho, me parece muy interesante porque en las relaciones internacionales hay diferentes teorías. Una de ellas es la del choque de civilizaciones, de uno de los grandes teóricos de las relaciones internacionales, Samuel P. Huntington, en el siglo pasado, en los años 90, quien decía que las guerras de este siglo iban a ser causadas por el choque de civilizaciones, ya sea que fuera por la cultura, etnia, religión, etcétera. En ese momento, no se creyó en su propuesta, pero ahora se sabe que se trata principalmente del choque de civilizaciones”, apuntó.
Asimismo, la internacionalista indicó que Hamás (acrónimo de “Harakat Al-Muqawama Al-Islamiyya”, que en árabe significa Movimiento de Resistencia Islámica) es el más grande entre los varios grupos islámicos palestinos, es un grupo terrorista radical que considera que los israelíes han destruido a su pueblo, quieren vengarse de ellos y, sobre todo, pretenden tomar Gaza porque Palestina está dividida por un gobierno que la controla y Gaza está controlada por Hamás. Entonces, el que está luchando contra los israelíes en este momento es Hamás, como una venganza de todo lo que los israelíes les hicieron a los palestinos en ese mismo tenor; es decir, matar a su gente, tomar territorio y ocasionar un conflicto continuo. “Eso es realmente lo que se está combatiendo. Hamás lo que está diciendo es que los israelíes han sido muy radicales y eso va en su contra y Palestina asegura que no está en contra de ellos. ‘Nosotros no hicimos eso, no creemos en los terroristas’, sostienen y, de alguna manera, tienen razón. Los movimientos terroristas no sólo se han presentado aquí, en este caso, en este estado de guerra entre Israel contra Hamás, sino que representan un conflicto muy grave en el sentido de que los terroristas van contra los civiles, lo cual se agrava porque no sólo están involucrados estos dos enemigos de más de 75 años, sino otros países que han participado continuamente en esa guerra desde ese tiempo”.
La maestra Sampieri asegura que, además de los intereses territoriales, existen intereses energéticos, porque Israel también tiene problemas de petróleo al igual que Medio Oriente aunado al tema religioso, lo que da una combinación peligrosa. “Hay algunos otros países árabes, que finalmente son musulmanes, y debemos aclarar que no todos los musulmanes son árabes, porque también existe esa confusión. Y, luego, Palestina está muy apoyada por países como Líbano e Irán porque los israelíes también han tenido enfrentamientos constantes con ellos. En el caso de Siria o en el de Irán, se dice, y es cierto, que Hamás siempre ha sido financiado por Irán con tecnología y armas. Entonces, en cierto modo, algunos países están cumpliendo con sus intereses, políticos, geopolíticos, energéticos, etcétera. Y, en el caso de Israel, los israelíes siempre contarán con el apoyo de los Estados Unidos, porque, al fin y al cabo, después de la Segunda Guerra Mundial, fue uno de sus grandes aliados y Gran Bretaña, de igual modo, apoyaba a Israel en ese momento”.
¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Quién es el verdadero beneficiario de esta guerra?, para la directora, en realidad, la guerra siempre beneficiará a aquellos que se consideran más fuertes. En otras palabras, “si tienes aliados como los Estados Unidos, y si hay una guerra, ellos se beneficiarán económicamente usando las armas. Putin también está involucrado en esto: aunque no es tan abierto, financia y apoya a Irán y, por tanto, a Hamás. Al final, lo que se busca es que Putin abra esta parte de esta guerra entre Ucrania y ellos, pero no tiene tanto peso porque la Unión Europea decide no meterse directamente en ella, pues no quiere una guerra como la Segunda Guerra Mundial en su territorio. Pero, Putin, al ver que no ha habido respuesta internacional de otros países, de alguna manera, mueve piezas para abrir otros frentes. Entonces, éste es un frente importante porque, por un lado, están los Estados Unidos y, por otro, Putin. En algún momento, Putin puede intervenir y la Unión Europea pudiera manifestarse si, finalmente, transgrede su territorio. Ahora mismo, Europa se ha mantenido neutral en el sentido de que ha declarado que seguirá apoyando a los palestinos porque tiene una relación con ellos, aunque no con Hamás; por eso, los palestinos insisten en que no son Hamás, pero los israelíes han tenido que tomar medidas muy drásticas y ya han bombardeado Gaza y otros territorios para decirle a Hamás y a todos los involucrados que ellos están allí y también ha llegado EEUU con barcos”.
De acuerdo con la maestra Sampieri, estamos muy cerca de un conflicto militar importante. Aquí sí, porque las partes estarán involucradas: “Si nos fijamos en las noticias, ya hubo una reunión entre Corea del Norte y Rusia. Eso es preocupante, ya que ambos son países con dictadores. Putin, aunque tiene una visión mucho más empresarial, digamos que ya no es aquel de la Unión Soviética, como se pensaba, tendrá influencia en decisiones importantes. De esa forma, comienzan a moverse y a aliarse con todos los elementos y se vuelve un problema geopolítico y geoeconómico. Es un problema muy serio para muchos países, porque, aunque ya tenemos un frente en Ucrania y Rusia, éste posee muchas más posibilidades de convertirse en una guerra de la magnitud de la de la segunda guerra. No digo que sea la tercera, no lo tengo asegurado, pero es un conflicto importante en el presente; por ejemplo, tenemos 66 guerras activas, pero, las que más preocupan son Ucrania y Rusia. Ahora ya tenemos un frente abierto y los inversores siempre están preocupados. Muchos inversores dejarán de invertir en petróleo porque esto provocará eso y deberán invertir en otras commodities, en aquellos bienes o metales que cotizan en bolsa para garantizar su capital y no tener riesgo”.
Por otro lado, la directora de la División de Negocios de la UIC subrayó que la guerra afecta a nuestro país desde varios frentes: “Cuando Ucrania y Rusia están en guerra, importamos todo lo que se refiere al aceite de cocina y demás, por eso en la actualidad el precio es tan alto. Es decir, no lo producimos, entonces eso hace que el precio aumente. Además, afecta por el tema del petróleo. No somos productores de petróleo y necesitamos petróleo. De hecho, eso no sólo perjudica a los ciudadanos; sino a las decisiones de inversión”, acotó y comentó que es un error que México invierta en lo que ya no está porque es más costoso: “Todo eso va a causar que no haya una recuperación pronta, como en el caso del tren maya o de las refinerías. Aunque, cabe señalar, que México ha tenido un golpe de suerte porque, al ponerle un arancel los Estados Unidos a China, se nos permite tener muchas más posibilidades con el nearshore, por eso es un poco de suerte, pero la verdad es que la pregunta es cómo lo vamos a hacer, porque no tenemos todos los recursos”, indicó y añadió que, en cualquier caso, la guerra nos afectará, no sólo a nosotros, sino al mundo entero.
Al referirse a si es viable una solución al conflicto en este momento, Sampieri Laguna dijo que no en este momento: “Cuando hablamos de relaciones internacionales, también lo hacemos de equilibrio de poder y siempre necesitamos de un hegemón que nos dé una solución. A veces eso parecería muy radical, pero son los que terminan de alguna manera con los conflictos bélicos. Eso ha sucedido, por ejemplo, cuando se sacó a relucir el caso de Yugoslavia, que fue una guerra sin sentido, y la separación que se produjo tras la muerte de Josip Broz Tito. Fue una guerra tan larga y sin sentido, y que murió tanta gente, que los propios europeos pidieron que se pusiera fin al conflicto y tuvo que entrar los Estados Unidos y bombardear todo para poner fin a la guerra. Entonces, siempre tiene que haber un hegemón, en este caso, en estas guerras tan radicales, porque la negociación no se va a dar, ya que es un conflicto territorial y religioso, nadie va a querer que la capital sea del bando contrario, aún con todas las masacres que se han cometido mutuamente. Va a ser una guerra muy larga como tal”, aseveró.
Finalmente, la experta indicó que no hay que hablar de quién es el malo o de quién es el bueno, pues son diferentes visiones, culturas y formas de pensamiento y debemos aceptarnos y respetarnos con los valores que deben guiarnos. Tener una religión u otra no nos hace más buenos o malos, sino simplemente diferentes. En todas las religiones hay radicales y eso ha complicado la situación desde siempre en las civilizaciones. El mundo ahora está inmerso en ese conflicto de no respetar los valores y la forma de ver la vida del otro, concluyó.