Hace unos días, entrevistamos al cineasta Néstor Sampieri, egresado #orgullosamenteUIC de la entonces Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, generación 1997-2001. Entre otras cosas, Néstor nos comentó que, después de estudiar su carrera en la UIC, estudió cine en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y destacó: “Ambas experiencias me permitieron entrar a trabajar en los medios de comunicación y dedicarme a trabajar en cine y en televisión. Mi primer acercamiento a los medios de comunicación fue cuando fui coordinador de información y contenidos de Estéreo UIC durante cuatro años, gracias a un programa que realizaba con otros compañeros: cubrimos, como prensa de cine, todo lo que se relacionaba con el ámbito cinematográfico. En esos años, pudimos conocer desde otro panorama el quehacer cinematográfico y adentrarnos a nuevas experiencias”.
Asimismo, el también merecedor al premio al mejor cortometraje iberoamericano en el Festival Internacional de Cusco Perú con Las ovejas pueden pastar seguras, nos narró que, durante 10 años, aproximadamente, ha trabajado en distintas áreas del cine y ha podido coincidir con distintos cineastas de diversas índoles, de los cuales ha aprendido mucho: “En lo personal, obtuve en los años 2011 y 2013 la beca de Jóvenes Creadores en el área de guión cinematográfico del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), espacio que me permitió conocer a mis pares en distintas áreas artísticas y poder escribir dos historias que hoy se encuentran en etapa de desarrollo. En 2009, obtuve el premio José Rovirosa, otorgado por la Filmoteca de la UNAM, al mejor documental estudiantil mexicano por el trabajo Reforma 18: Trampas del poder, el cual narra la historia del golpe al periódico Excelsior en 1976.
Néstor Sampieri ha presentado sus producciones en más de 45 festivales nacionales e internacionales y nos explicó que es difícil hablar del concepto emprendedor, ya que no está bien definido en la actualidad y afirmó: “Más que decidir ‘hoy voy a ser emprendedor’, debe trabajarse todos los días con mucha pasión, responsabilidad y disciplina en lo que haces. Eso, tal vez, pueda llegar a entenderse mejor como emprendedor, ya que el concepto como tal, suena de algún modo hueco o vacío. Por eso prefiero decir que los comunicadores deben ser apasionados en lo que hacen y dar su mejor esfuerzo en cada disciplina en la que deseen desarrollarse”.
El director, guionista y editor también mencionó que, el cine, al ser un trabajo en equipo, permite entender, respetar y valorar el trabajo de los demás, para llevar a buen término la obra que pretende realizarse y resaltó que en nuestra institución aprendió la importancia de la libertad, y entender la responsabilidad que eso conlleva: “La UIC siempre me permitió tener libertad. Siempre pude cuestionar y reflexionar sobre mis materias, mi entorno social y personal, con el respeto de mis compañeros y mis profesores. La libertad de expresión es un valor fundamental que debe fomentarse y un lugar fundamental para ello deben ser las casas de estudio, que nos permitan reflexionar sobre todo lo que nos sucede”.
Lo que Néstor Sampieri recuerda con mayor satisfacción de su paso por las aulas de la UIC es “el debate de ideas con mis compañeros, fui muy afortunado en contar con una generación muy interesante y combativa. Nos tocaron muchos cambios importantes del país mientras éramos estudiantes. Recuerdo con mucho cariño a todos mis profesores y mis compañeros lo cual, finalmente, me ha permitido ser mejor persona”.
Al ser cuestionado acerca de las nuevas oportunidades en su ámbito profesional para los jóvenes que aún estudian, Néstor Sampieri destacó que éstas siempre están abiertas; pero que, para ello, “hay que trabajar mucho todos los días. No hay puertas mágicas que se abran, tenemos que estar gestando ideas y, sobre todo, debemos estar conscientes de todo lo que pasa a nuestro alrededor; eso, de algún modo, permite que te desarrolles adecuadamente de manera profesional”. Así, su consejo para nuestros futuros comunicólogos es el siguiente: “Comunicación te permite desarrollarte en distintas disciplinas, ésta es una de las grandes ventajas de la carrera. Es muy importante que como estudiantes de Comunicación no se dejen apantallar únicamente por los avances tecnológicos, sino que todo el tiempo se haga un trabajo profundo de reflexión del entorno que ha posibilitado este tipo de cambios. El comunicólogo debe ser eso, un ‘pensador de comunicación’ y debe gestar ideas para que la gente pueda estar comunicada de mejor manera. Sin embargo, el avance tecnológico, está creando individuos más aislados y sin ganas de comunicarse. Ahí está el reto: la construcción del mensaje no debe subordinarse a la herramienta por la cual elegimos transmitirlo, sino que, necesariamente, debe gestarse a partir de la reflexión y el análisis profundo del contenido; si no, estaremos creando más vacíos en la conciencia humana”, finalizó.