La magistrada abordó el tema de la reforma judicial y de cómo afecta el progreso humano, la dignidad humana, los derechos humanos y la independencia judicial, lo cual representa un retroceso para el país y la destrucción de la democracia, la división de poderes y el Estado de derecho.
Asimismo, se mencionó que, desde el régimen anterior, se utilizó y abusó del poder y del control estatal para materializar dicha reforma, distorsionándose completamente el sistema de pesos y contrapesos que otorga la división de poderes.
En definitiva, el sistema judicial en México necesitaba una reforma, se señaló, y además, se dijo que lo que no se ha explicado correctamente es que debió aplicarse a la integración del procedimiento no en sí a las figuras de los jueces, magistrados o ministros, ya que el problema comienza desde el Ministerio Público el cual, la mayoría de las veces, lleva a cabo una mala integración de la carpeta de investigación, violando la garantía individual del debido proceso así como los derechos humanos; dejando al juzgador sin elementos para sancionar de la manera adecuada, colocando al ciudadano en total incertidumbre jurídica y violando no sólo sus garantías, sino sus derechos humanos.
La magistrada comentó que, dentro de las reformas que se efectuaron durante el régimen anterior, hubo abuso de poder y mencionó, por ejemplo, el que la Guardia Nacional ahora pertenece al ejército y llevará a cabo la investigación de delitos junto con la Fiscalía.