Emulando a los peripatéticos de la antigua Grecia, el miércoles 25 de octubre del año en curso, en el quiosco, se llevó a efecto el primer café-coloquio Ciencia y Fe en el cual, en esta ocasión, se contó con la presencia de un grupo de estudiantes pertenecientes a las diversas licenciaturas de la Dirección Divisional de Ciencias de la Salud.
El coloquio, coordinado por el Colegio de Estudios Guadalupanos (Coleg) —dependiente del Instituto Intercontinental de Misionología—, por medio de su secretario, maestro Arturo Rocha, y presentado por el físico Adolfo Orozco, miembro fundador del Coleg, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y, hasta hace poco, coordinador de la Cátedra Ciencia y fe de la Universidad Anáhuac, rindió buenos frutos en su primera sesión ya que los alumnos y los docentes que asistieron se mostraron interesados en el tema.
Entre otras importantes ideas, el físico Orozco destacó que fue a finales del siglo XIX cuando comenzó el conflicto entre la ciencia y la fe; sin embargo, hay hechos que confirman que no existe un problema de fondo, pues, citando a Galileo Galilei en su Carta a la Duquesa Cristina de Lorena, comentó: “El libro de la ciencia y el libro de la fe no tienen contradicción porque tienen al mismo creador. El problema es de quienes los interpretan: tanto científicos como religiosos”, acotó y añadió: “La Iglesia católica nunca se ha opuesto a la ciencia, sino al mal uso de la ciencia, como las armas de destrucción masiva”.
Asimismo, mencionó que el papa Juan Pablo II, en su carta encíclica “Fides et Ratio” (Fe y razón) explica esta relación con su famosa frase: “La fe y la razón son como dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la Verdad”, finalizó.
Cabe señalar que a este primer café-coloquio Ciencia y Fe asistieron, además, la directora divisional de Ciencias de la Salud, doctora Gabriela Martínez Iturribarría y el director divisional del Instituto Intercontinental de Misionología, padre David Uribe, MG, quien reitero el respeto a las creencias de los presentes y expresó su beneplácito porque se lleven a cabo este tipo de eventos dentro de nuestra casa de estudios.