Los días 5 y 6 de octubre del presente año se efectuó la Semana Académica de la Escuela de Arquitectura. Cercana al 1 de octubre, fecha que conmemora el día del arquitecto, estas actividades fueron una celebración a la profesión encargada de dotar de espacios habitables, armoniosos y en concordancia con el medio ambiente, pero, sobre todo, fue un motivo para persuadir a los alumnos de que desde jóvenes comiencen a producir sus propios medios de trabajo.
En la primera plática, nos acompañó el despacho de Diseño Industrial TUUX. Bárbara Ramírez y Rodrigo Alonso, dos jóvenes que desde su salida de la universidad han colaborado en grandes proyectos como la remodelación del Museo de las Constituciones o en el multipremiado Pabellón Cultural Migrante, conversaron con los alumnos acerca de la entusiasmo que se le debe dotar a un proyecto para que, desde su concepción y hasta su puesta en función, sea exitoso.
Asimismo, los conferenciantes reiteraron que sus ganas de colaborar con la sociedad y la pasión que sienten por el diseño, los impulsan a canalizar las largas jornadas de trabajo, en despacho, taller, en sitio y en condiciones climáticas extremas, a un resultado satisfactorio.
Más tarde, el geógrafo Arturo Cruz, junto con su equipo, dio una plática acerca del uso y aplicación en la arquitectura de herramientas como el dron o la fotogrametría. En Terrasat, empresa fundada por él mismo, manejan diversos instrumentos que diversifican y amplían las áreas de colaboración profesional, creando, con ello, un ambiente multidisciplinar en donde el arquitecto trabaja mano a mano con cada integrante para llegar a un fin común.
La toma de una fotografía aérea al sitio en donde se construirá un proyecto, la planificación urbana y ordenación de territorio con geodiseño y metodología BIM o la inspección de sitios inaccesibles al ser humano para detectar fallas o daños, son sólo algunas de las múltiples actividades que pueden desarrollarse con el dron, las cuales se llevan a cabo en Terasat.
Arturo, tal como Bárbara y Rodrigo, son jóvenes emprendedores que han utilizado su talento y amor por lo que les gusta para triunfar en sus profesiones.
Para finalizar las actividades de la semana académica, el viernes 6 de octubre asistimos a la Cuadra de San Cristóbal, en Atizapán de Zaragoza, Estado de México. La visita tuvo como primera intención asistir a un lugar erigido por el único arquitecto mexicano acreedor de un premio Pritzker, Luis Barragán, y que, a través de la guía y referencias dadas por los docentes arquitectos que asistimos, pudiéramos entender más los espacios de este diseñador. Cabe resaltar que, al entrar al sitio, no se necesitaron más explicaciones que las que uno mismo podía percibir: la luz, los colores, los volúmenes, la vegetación y cada uno de los elementos de la Cuadra forman un espacio íntegro que por sí mismo y sin explicación exalta a los visitantes.
Entender un espacio creado por Barragán va más allá de lo que puede verse; su arquitectura es emocional y su función es expresar serenidad.
Autor: Abril López Villeda, directora académica de la Licenciatura en Arquitectura.