La
gentrificación comenzó en los cincuenta del siglo XX y hoy es uno de los
fenómenos urbanos más extendidos por todo el mundo. Surgió cuando la socióloga germano-británica Ruth Glass observó los cambios sociales de ciertos barrios de Londres, tras remodelarse las viejas casas victorianas.
Qué es la gentrificación
Gentrificación deriva del inglés
gentry, término que refiere a unaantigua clase social local, a caballo entre la burguesía y la nobleza. Es el proceso por el cual un sector de la ciudad comienza a ser demandado por grupos sociales de mayor nivel adquisitivo que el de sus habitantes.
La
gentrificación aumenta el precio del suelo y de las rentas mensuales. En consecuencia, los antiguos moradores se desplazan a otras zonas de la ciudad, al no poder enfrentar el alza de los precios. El concepto parece sencillo, pero alberga causas y consecuencias complejas que tienen, además, gran influencia en la cotidianidad de nuestras ciudades.
Entre las posibles causas que detonan la
gentrificación, podemos destacar las relacionadas con la actividad turística. Algunas capitales europeas, como París o Roma, empezaron a atraer la atención de los primeros viajeros del siglo XIX. Así, el turismo se convirtió en un fenómeno que inunda
núcleos urbanos de todos los tamaños por todos los continentes.
Turismo y gentrificación: ¿solución o desastre?
La llegada masiva de visitantes consiguió que muchas zonas olvidadas, con altos niveles de degradación, fueran consideradas por las administraciones. Los turistas llegaron para visibilizar y situar en el mapa sectores urbanos y municipios completos, en los que nadie había reparado.
Hasta aquí, todos contentos
El habitante local siente valorado su patrimonio , con la
gentrificación, y aparece una nueva fuente de ingresos, con turistas de generosos presupuestos. El turismo actúa en este caso como “solución” a los problemas de abandono. Por ejemplo, de los maltratados
centros históricos de muchas grandes ciudades.
Cambia el giro económico
Los problemas comienzan cuando la población local ve esta nueva fuente de ingresos más lucrativa que sus antiguas ocupaciones. Por tanto, abandonan sus antiguos quehaceres para centrarse en las demandas de los visitantes. De este modo, muchas de las actividades que hicieron único ese lugar terminan desapareciendo para siempre.
Aumentan las rentas
Los turistas necesitan un lugar para dormir y están dispuestos a pagar un poco más por un lugar bien ubicado. De inmediato, los propietarios de viviendas en estos lugares intentarán rentar sus casas a turistas, para multiplicar sus ganancias. Para ello, es necesario deshacerse de los antiguos arrendatarios; una forma de lograrlo es, por ejemplo, aumentar las rentas.
El despojo
En un proceso casi automático, se ha despojado al barrio, al municipio, de las actividades que lo convirtieron en un lugar especial. La
gentrificación también despoja a los pobladores que lo hicieron especial. Así, los lugares se convierten en reflejos de sí mismos. Son ocupados por usuarios temporales que, como hemos observado en la emergencia sanitaria causada por la COVID-19, pueden desaparecer de la noche a la mañana.
El compromiso
Ante la
gentrificación, se plantea un gran reto. Proteger a la población local, sus modos de vida y los valores culturales y patrimoniales que atesora. Se trata de una tarea esencial en la que los arquitectos, urbanistas y gestores patrimoniales tienen una gran responsabilidad.
Para saber más
Licenciatura en Arquitectura, Universidad Intercontinental. Disponible en
https://www.uic.mx/licenciaturas/arquitectura/