Para quienes nos dedicamos a la mercadotecnia, quizá sea un poco más familiar lo que afirmamos en este artículo; sin embargo, su finalidad es que aquellos estudiantes de los primeros semestres conozcan un poco las reglas básicas y las estrategias de un establecimiento de autoservicio.
En fechas pasadas, se realizó un análisis de mercado a diez autoservicios al sur de la Ciudad de México, con el fin de identificar las reglas básicas de los autoservicios; el estudio arrojó que las tiendas de autoservicio están diseñadas para que cualquier persona que ingrese al establecimiento compre todo lo que se le presente.
Recordemos que “todo establecimiento de autoservicio seduce sensorialmente al consumidor para que adquiera cualquier producto sin que sea lo que realmente había entrado a comprar”.
Cómo acomodar la mercancía en un supermercado
El elemento más importante en el vínculo establecimiento-cliente se conoce como merchandising.
A través del acomodo de todos los elementos visuales en una tienda, este permite maximizar la rentabilidad y la satisfacción de los clientes, transmitiendo la imagen de cada producto y de lo que vende.
También genera el flujo de la visita y la circulación de los clientes, para provocar la compra por impulso.
Características exteriores
El exterior de la tienda muestra la identidad de la tienda y la marca.
La fachada, la iluminación, la estructura de la construcción, la decoración y la distribución son elementos a los que se les atribuye la toma de decisión de compra, pues forman parte de la atmósfera psicológica de los consumidores para acudir a los autoservicios y lograr el objetivo: la compra.
Características interiores
Ya en el interior, el acomodo de cada producto tiene un sentido de ser. Los productos se colocan estratégicamente en un planograma, con el objetivo de incrementar las ventas.
Gracias a la manera en que están dispuestos estantes e islas, se logra que el consumidor, que inicialmente pensaba comprar un producto determinado, ponga en su carrito la mayor cantidad de mercancías que va encontrándose a su paso.
De esta manera, cada centímetro de la tienda optimiza su rentabilidad.
Cómo se acomodan los productos
Se conoce como categoría destino aquella donde se ubican los productos que se venden más. Por lo general, el cliente ya sabe a dónde dirigirse para adquirirlo.
Otra categoría es la de conveniencia, la cual, aunque vende menos, es muy rentable y tiene productos de consumo masivo.
Por último, está la categoría impulso donde se encuentran los productos que se compran al verlos y no porque realmente el cliente vaya al autoservicio por ellos.
Formas de acomodo
Los productos iguales se acomodan de acuerdo con la planogramación cascada, es decir, la que ubica los productos de arriba hacia abajo en un estante.
Cuando los productos se acomodan en un orden de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, de mayor a menor precio o gramaje, se le conoce como planogramación en forma de cruz.
También se encuentra la llamada planogramación por montos, la cual es de carácter más general divide las categorías de acuerdo a un espacio en particular, como bebés, mujeres, hombres, mascotas, entre otras.
Reglas lineales
Las reglas de acomodo lineal aportan las estrategias adecuadas para mantener la rentabilidad; de otra manera, podrían propiciarse las pérdidas hasta por 30%.
Los productos que comparten el mismo espacio lineal deben cumplir una necesidad homogénea del cliente.
Los de gramaje mayor, o tamaño grande, estarán acomodados en la parte inferior, y los pequeños, o de gramaje menor, estarán acomodados en la parte superior, resaltando la presentación de todos los artículos y, por supuesto, la marca al público.
Los productos se acomodan en la misma rama, por ejemplo, no pueden mezclarse el alimento para mascotas y el alimento para personas en el mismo estante.
Cada producto debe de estar perfectamente identificado y marcado con su debido precio para facilitar la venta.
Deben evitarse los espacios innecesarios, razón por la cual el acomodo es de atrás hacia adelante, evitando también la caducidad de los productos.
Las zonas de una tienda de autoservicios
La zona fría es una extensión que se localiza fuera de la circulación natural del cliente.
Por el contrario, la zona caliente es la superficie de la tienda, ubicada dentro de la circulación más probable de las personas, como el área de cajas, también llamada zona caliente natural.
En la zona caliente se colocan los artículos de impulso o de oportunidad, pues, aunque esta compra no sea necesaria, se desea en el momento que se observa.
Al identificar estas zonas, puede gestionarse una zona templada con un adecuado fluido en la circulación, volviéndose una zona vendible.
Los anteriores son algunos conceptos que no sólo el mercadólogo debe saber, sino cualquier consumidor en general. Si te interesa este tema o ideas relacionadas con el marketing, en la Universidad Intercontinental tenemos un lugar para ti.
Para saber más
Licenciatura en Mercadotecnia, Universidad Intercontinental.
Castro, Noel, Estrategias de Marketing para autoservicios, 2019. Disponible en https://www.mercadotecniatotal.com/mercadotecnia/estrategias-marketing-autoservicios/
PROFECO, 2019. Disponible en https://www.gob.mx/profeco