Un nuevo comienzo
El pasado lunes 8 de agosto dio comienzo un nuevo semestre en la universidad.
La Rectoría ofreció a los chicos de nuevo ingreso una espléndida bienvenida que incluyó un recorrido por el hermoso campus de nuestra universidad, así como unas cálidas palabras de parte de las autoridades y un convivio cuidadosamente organizado.
La universidad: una nueva etapa
Esta semana tuve el gusto de conocer a mis estudiantes que acuden por vez primera a la universidad. Me sentí contagiada por su entusiasmo, curiosidad y buen ánimo, pero también preocupada por la situación que todos ellos han pasado recientemente y que afectó para concluir su educación media superior. A una pregunta expresa que formulé sobre el contenido de un tema, me contestaron rápidamente varios de ellos: “¡es que venimos de la pandemia!”.
El encuentro con la nueva realidad
Entonces me cuestioné, ¿qué tan conscientes somos los docentes de esta real situación en la elaboración de nuestra planeación y las clases cotidianas?
Durante más de dos años los alumnos se han visto inmersos en lo que nadie esperaba: interrumpir las clases presenciales y todo lo que eso conlleva. Por ejemplo: la insociabilidad, la imposibilidad de conocer mejor a los profesores y entablar un diálogo más personal con ellos, los trabajos en equipo de manera presencial, los recreos, la relación con el propio entorno físico de la escuela, las mañanas corriendo para llegar a tiempo bien bañaditos y despabilados.
Ellos han tenido que soportar largas horas por zoom o dudas que tal vez no pudieron resolverse en las sesiones a distancia, lo que les hizo perder la rutina diaria de acicalarse y salir de casa. También han tenido que enfrentar situaciones peores como duelos familiares, pérdidas económicas, enfermedades largas y mal atendidas o incluso depresión, ansiedad, angustia y demás.
La universidad llevada a casa
A nosotros los profesores también nos afectó el confinamiento. Debimos aprender a usar plataformas y a elaborar nuevos materiales que fueran didácticos y entretenidos para que rompieran el sopor de la pantalla. Hicimos grandes esfuerzos para mantener un buen ánimo aun cuando también vivimos pérdidas y duelos.
Un nuevo aprendizaje
Tenemos todos juntos el reto de volver a empezar, librados de esa gran batalla que nos impuso el azar. Todo lo anterior nos impulsa a dar, tanto alumnos como maestros, no como siempre, el cien por ciento, sino el doscientos por ciento, a estar muy atentos y a ser especialmente empáticos, para que juntos logremos un verdadero aprendizaje significativo en un clima de orden, seguridad y mucho afecto.
Para saber más
Licenciatura en Comunicación Digital, Universidad Intercontinental.