Los orígenes
Con apenas setenta años de vida, los videojuegos se han posicionado como uno de los productos culturales más complejos de la vida contemporánea. Sus orígenes están ligados a la vida universitaria. Recordemos, por ejemplo, el papel de Alexander S. Douglas, quien obtuvo el doctorado por codificar OXO. Éste es considerado como el primer videojuego en la historia. Otro ejemplo es SpaceWar!, un videojuego desarrollado por Steve Russell, un estudiante del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
La cara conocida de los videojuegos
Su actual reputación en el país ha reforzado prejuicios como productos que impulsan la violencia, el aislamiento y otros comportamientos antisociales. Estos juicios de valor poco justos nublan otros aspectos de los videojuegos como su capacidad de desarrollar habilidades diversas en los usuarios.
Si atendemos los esfuerzos del Centro Nacional de las Artes con sus distintos talleres y muestras de desarrollo de videojuegos, podemos ver sus posibilidades como piezas de arte que contienen experiencias estéticas difíciles de montar en otros formatos como el cine o la animación.
Pandemia y videojuegos
En estos dos años de encierro (y semiencierro) derivados de la pandemia, los videojuegos me ofrecieron muchas horas de diversión, pero también me hicieron reflexionar sobre su papel en la cultura contemporánea e indagar un poco sobre su historia.
Conforme leía artículos académicos, de divulgación y veía videos de gamers que expresan sus gustos e intereses, comencé mi propio proyecto de desarrollo de un videojuego. La idea en principio estaba pensada para producirse como un cortometraje animado, pero luego noté que la historia podía contarse mejor en un videojuego.
De manera autodidacta exploré la posibilidad de diseñar el videojuego y hacer algunas pruebas de animación. Ahora estoy en la fase de programación en Unity, una fabulosa herramienta para hacer videojuegos y aplicaciones que puedes utilizar de manera gratuita siempre y cuando no tengas ingresos mayores a los 100 mil dólares. ¡Genial!
Aunque no tengo idea de si mi idea vea la luz algún día, ello no demerita las horas de diversión y aprendizaje que he tenido.
Considero que existen muchos caminos sin explorar en este tema, no solo en términos de jugabilidad, narrativa o innovación tecnológica, sino también en aspectos propios de la estética, el arte y el diseño. ¿Te atreverías a diseñar un videojuego?
Para saber más
Licenciatura en Diseño Gráfico, Universidad Intercontinental.