Otras formas de enseñar
En el contexto actual que estamos viviendo, profesores y estudiantes hemos tenido que probar diferentes e innovadoras formas de enseñar y de aprender. Es así como de forma repentina tuvimos que tomar las herramientas tecnológicas que teníamos a la mano para seguir en contacto unos con otros, y cumplir con los objetivos establecidos en los planes de clase. La tecnología es eficaz para no perder contacto, pero nunca reemplazará el intercambio que se da en las aulas.
Las aulas y otros espacios físicos
María Soledad Carreño y Noelia Cabral (2020) mencionan que la educación alejada de las aulas, como espacio físico, de la corporalidad (con el cuerpo se enseña y se aprende), de los gestos y de la presencia que implica poner nuestras emociones, expresiones, miradas e intercambios espontáneos no mediados por el tiempo de una buena conexión a internet, implican un gran desafío.
Sin embargo, Mercedes Mateo (2021) sostiene que tras la pandemia, la escuela ha dejado de asociarse únicamente a un espacio físico donde sucede un aprendizaje de masas de manera sincrónica. Esto gracias a que se ha generado un nuevo espacio donde nos hemos abierto a la posibilidad de que la educación suceda desde cualquier lugar, en diferentes tiempos (de forma asincrónica) y adaptándose a las necesidades y ritmos de cada estudiante.
Después de la incertidumbre y el miedo que generó en toda la comunidad de la institución, en la Licenciatura en Traducción, Interpretación y Localización los docentes hemos puesto todas nuestras habilidades y conocimientos para mantener buenas prácticas de enseñanza. Esto se traduce en lograr objetivos de aprendizaje accesibles para los estudiantes.
De regreso a las aulas
Actualmente, al hablar del regreso a las aulas y a las clases presenciales, sentimos de nuevo el miedo y la incertidumbre que genera la nueva realidad a la que nos enfrentaremos. Por ello, tendremos que hacer uso de nuestra experiencia e intuición como docentes universitarios para continuar fomentando en nuestros estudiantes las estrategias necesarias para que sean activos y constructores de su propio aprendizaje.
Es decir, debemos fomentar un aprendizaje significativo, desde el por qué, el cómo y el para qué cobra sentido para los estudiantes. Este aprendizaje trata de hacernos conscientes de qué se quiere aprender, por qué, para qué, cómo, lo que nos va a costar, qué estrategias deberemos seguir para lograrlo y, una vez aprendido, poder evaluar y mejorar para futuros aprendizajes.
Para saber más
Carreño M. S. y Cabral N. (2020). Enseñar y aprender en tiempos de pandemia. Entre dichos. Intervenciones y Debates en Trabajo Social. Disponible en https://entredichos.trabajosocial.unlp.edu.ar/2020/05/12/ensenar-y-aprender-en-tiempos-de-pandemia/
Mateo, M. (2021). Lecciones de una pandemia: lo que aprendimos en educación para la era postcovid. Disrupción educativa y oportunidades económicas. Enfoque educación. Disponible en https://blogs.iadb.org/educacion/es/lecciones-de-una-pandemia-lo-que-aprendimos-en-educacion-para-la-era-postcovid/
Mosquera Gende, I. (2019). Cognición, metacognición, autorregulación, aprender a aprender, términos relacionados y que, bien combinados, pueden formar un cóctel educativo inigualable para nuestros estudiantes. Agitado, pero no revuelto. Metacognición: promover el aprendizaje autónomo de los estudiantes. UNIR. Disponible en https://www.unir.net/educacion/revista/metacognicion-promover-el-aprendizaje-autonomo-de-los-estudiantes/
Licenciatura en Traducción, Interpretación y Localización, Licenciatura en Pedagogía e Innovación Educativa, Licenciatura en Innovación Educativa y Gestión del Conocimiento, Educación Continua, Diplomado en Tecnología para la Educación, Maestría en Innovación Educativa, Universidad Intercontinental.